“Te vas a morir”, le advirtieron a Gastón Medina, periodista de investigación. Y cumplieron la amenaza
El locutor radial y director de Cadena Sur TV fue ultimado en la acera de su casa por un sicario en Perú
A los sesenta años, Gastón Medina Sotomayor era un hombre de prensa, curtido por las amenazas y los asedios del poder. Solo en el 2022, en la puerta de su canal, Cadena Sur TV, en la región algodonera de Ica, dejaron el cadáver de un perro y un arreglo funerario con un sobre que contenía una bala calibre 38 y decía: “Gastón Medina, te vas a morir”. También embarraron su fachada con excremento y pintura roja y, además, le dejaron un cartucho de dinamita. Por esos días, sus adversarios empapelaron el centro de la ciudad con su rostro y un traje a rayas, donde lo acusaban de chantajista, coimero y agresor de mujeres.
Las intimidaciones se consumaron el último lunes, tres años después, en la acera de su casa, en la urbanización San Isidro. El reloj aún no marcaba el mediodía. Gastón Medina estaba por subirse al vehículo del administrador de Radio Nova para realizar su segundo programa del día, cuando un encapuchado, montado en una moto lineal, pasó por su costado y descargó su revólver. El periodista cayó desplomado, en medio de los gritos del vecindario. Su acompañante, Edwin Uchuya Lazarte, salió ileso y fue quien lo condujo al hospital más cercano, donde solo certificaron su muerte.
En su programa matutino, el comunicador, formado en Derecho y Administración de Empresas, había denunciado gastos sobrevalorados de la alcaldía provincial de Ica y la venta de terrenos del municipio sin autorización. También había alertado a la población iqueña de un asunto muy delicado: que una jovencita había ingresado con una botella de pisco al despacho del coronel Daniel Elías Soto, jefe policial de Chincha, una provincia aledaña. “No me joroben. Trabajen en lo que tienen que hacer: chapar delincuentes […] Señor coronel, si quiere hacer algún devaneo en su vida, no me interesa, pero váyase a un hotel”, dijo con el estilo directo y popular que lo caracterizaba, y que le valió no pocos anticuerpos.
Gastón Medina Sotomayor es el primer periodista peruano asesinado desde el 2017. Y si bien la cifra, por fortuna, no es tan desoladora como en otros países, se da en un contexto donde la libertad de prensa está en riesgo. La Asociación Nacional de Periodistas (ANP) documentó 392 ataques contra medios de comunicación y periodistas peruanos en el 2024. Los números son irrefutables y no han parado de incrementarse: allá por el 2007 se registraron 212 episodios, en el 2020 crecieron a 239, en el 2022 superaron por primera vez las trescientas agresiones y en el 2023 fueron 352 ataques.
La muerte de Medina Sotomayor también ha ocurrido en medio de una ola de criminalidad que el Gobierno de Dina Boluarte no ha podido controlar y cuyos decretos de Estado de Emergencia han perdido legitimidad en la población. Según el Sistema Informático de Denuncias Policiales, el 2024 se cerró con 2.509 homicidios, lo cual representa un aumento del 125% en comparación al 2019, cuando se reportaron 1.113 homicidios. El 2025 no está siendo un llamado a la calma: hasta el 20 de enero, el Sistema de Información de Defunciones del Ministerio de Salud registra 106 muertes por homicidios, el número más alto desde el 2017.
La ANP ha emitido un comunicado sobre el asesinato de Gastón Medina, donde ha sido enfática en señalar que sería un error atribuir el móvil a la inseguridad ciudadana o a sus frustradas aspiraciones de ingresar a la vida política. El periodista candidateó al Congreso y al Gobierno Regional hasta en tres oportunidades. “La probable conexión del crimen con su labor informativa no puede ser descartada. Medina había recibido amenazas de muerte en el pasado, enfrentó atentados y fue blanco de animadversiones debido a su estilo frontal y crítico. Es inadmisible reducir este hecho a un caso más de inseguridad ciudadana”, dice el documento.
La Fiscalía Penal Supraprovincial Especializada en Derechos Humanos e Interculturalidad, con sede en Pisco, ha iniciado una investigación preliminar sobre el crimen. A mitad de semana, el ministro del Interior, Juan José Santiváñez, anunció que ya se había identificado al sicario y que sería venezolano. No obstante, el general de la Policía en Ica, Enrique Samamé Sánchez, lo desmintió: “Hubo un sospechoso detenido, de nacionalidad extranjera, pero fue liberado al no reunir las características del sicario. No coincidía plenamente”. Santiváñez, quien carece de prestigio por haber defendido como abogado a organizaciones criminales y policías vinculados en actos de corrupción, asegura haber puesto su cargo a disposición en la última sesión de Consejo de Ministros.
Reporteros Sin Fronteras también condenó enérgicamente el asesinato de Medina. Su director en la oficina de América Latina, Artur Romeu, emplazó al Ejecutivo a llegar al meollo del asunto con rigor y transparencia. “Garantizar que se hace justicia con Gastón Medina Sotomayor no sólo honrará su memoria, sino que también enviará un mensaje claro de que no se tolerará la impunidad de los crímenes contra periodistas. Una acción de este tipo es crucial para demostrar el compromiso del gobierno con la prevención de nuevos actos de violencia y la protección de la libertad de prensa. El sistema judicial debe cumplir con su deber para garantizar que este caso no quede impune”.
No solo el gremio periodístico ha lamentado la partida del hombre de prensa, sino también el mundo del entretenimiento. Antes de denunciar a los funcionarios públicos, Gastón Medina fue un reconocido locutor de programas radiales de rock pop en los años ochenta, conocido con el apelativo de Wolfie. Por estos días se ha recordado una entrevista suya con Gustavo Cerati, la leyenda de Soda Stereo. Cucho Galarza, líder del Grupo Río, ha tenido sentidas palabras para quien fue su jefe de prensa. “Fue un gran amigo y ayudó mucho a la movida del rock. Estuve con él la semana pasada y me contó que estaba siendo amenazado. Me apena mucho por su mujer y su pequeño hijo”, sostuvo. Gastón Medina deja en la orfandad a un hijo de diez años que lleva su nombre.
Este domingo se ha convocado una marcha y una vigila en la plazuela Barranca, en Ica, para exigir respuestas. Los familiares del periodista han señalado que uno de sus adversarios más acérrimos era el gobernador de Ica, Javier Gallegos, quien afronta una denuncia por presunta organización criminal. Hace unos meses, durante una capacitación periodística, Gastón Medina tomó la palabra para narrar todas las represalias que se había ganado por cumplir con su deber. Tenía el deseo de formar una red de protección para sus colegas. “Así cuando toquen a uno, todos sacaremos cara para defenderlo, porque nos enfrentamos a poderes demasiado fuertes”.