Cuatro policías resultan heridos por flechas y piedras en choques con manifestantes en Bogotá
Una marcha convocada en solidaridad con Palestina, Venezuela y Ecuador, termina en enfrentamientos frente a la embajada de Estados Unidos
Una marcha en solidaridad con Palestina, Venezuela y Ecuador, convocada por las organizaciones sociales agrupadas en el Congreso de Los Pueblos, ha terminado en enfrentamientos con la Policía en inmediaciones de la embajada de Estados Unidos en Bogotá. El bloqueo de la avenida El Dorado, una de las principales arterias de la capital colombiana, produjo choques. En la refriega, un uniformado fue herido por una flecha, pues los manifestantes utilizaron este tipo de armas, y también lanzaron piedras, mientras la Policía respondía con granadas aturdidoras, agua a presión y gas lacrimógeno. De acuerdo con las organizaciones que convocaron la marcha, cinco manifestantes han sido detenidos, mientras las autoridades elevan la cifra de uniformados lesionados a cuatro.
El presidente Gustavo Petro, que ha hecho toda su carrera política cerca de los movimientos sociales e indígenas, ha rechazado el ataque. “Ordené el máximo cuidado con la embajada de los EEUU en Bogotá”, ha escrito en la red social X, haciendo referencia al compromiso que adoptó, a inicios de este mes, de proteger la sede diplomática, luego de que sus representantes le expresaran sus temores de sufrir daños en el marco de las protestas a favor de Palestina. “Mal que después de llegar a un acuerdo con el ‘Congreso de los Pueblos’ para levantar los bloqueos, un grupo más radical ha agredido a la policía que cuida la embajada con varios jóvenes heridos con flechas. La embajada se cuidó como prometí. Colombia cumple los tratados internacionales“, ha añadido el mandatario, en una inusual muestra de crítica a los manifestantes que han chocado con la Policía.
El secretario de Gobierno de Bogotá, Gustavo Quintero Ardila, ha entregado más detalles, también en X. “Lamentablemente, hacia las 3:30 de la tarde un nutrido grupo de personas, algunos de ellos encapuchados, llegó a la Embajada de Estados Unidos con artefactos incendiarios, flechas e instrumentos para vandalizar la embajada, poniendo en riesgo no solo a quienes están adentro del edificio, sino también a los vecinos del barrio residencial en donde se ubica la representación diplomática”, ha escrito. Hacia las 6:00 p.m., los enfrentamientos entre algunos manifestantes indígenas y la Unidad de Diálogo y Mantenimiento del Orden (UNDMO), conocida por su anterior acrónimo Esmad, continuaban en las afueras de la Embajada. La ciudad cerró varias estaciones del sistema de transporte público TransMilenio, y ñaa autoridades desviaron los vehículos y peatones a otras rutas.
El Congreso de los Pueblos, que agrupa a distintas organizaciones sociales, ha asegurado que la manifestación ha sido “beligerantemente pacífica”, porque buscaba denunciar “el genocidio que se sigue cometiendo contra el pueblo palestino y la amenaza de genocidio que se cierne sobre toda Latinoamérica”, posturas con las que el movimiento señala que coincide con el presidente Petro. El comunicado sostiene que los movimientos indígenas “portan sus arcos y sus flechas ancestrales como mecanismos de defensa”, y que fue el Esmad —que aseguran no se ha desmontado— el que atacó a los manifestantes.
“Si usted mira con atención los videos de la manifestación frente a la Embajada estadounidense, podrá observar que ni siquiera pudimos llegar a una cuadra de dicho establecimiento”, le dice el Congreso de los Pueblos al presidente. Jimmy Moreno, miembro de este grupo de organizaciones, cuestiona en conversación con EL PAÍS que no sea reprochado el comportamiento de las autoridades ante otras movilizaciones indígenas. Pone como ejemplo lo sucedido en La Delfina, una vereda en el Valle del Cauca, sobre la vía que comunica al país con Buenaventura, el principal puerto sobre el Pacífico. Allí, señala, el pasado miércoles una protesta fue diluida con balas de fusil. “La desigualdad de nuestros territorios también genera un ánimo de rebeldía de las comunidades”, añade.
La lectura del ministro de Defensa, el general en retiro Pedro Sánchez, es completamente contraria. Junto a unos videos que muestran a un miembro de la Policía con la punta de una lanza clavada en su antebrazo tras atravesar su uniforme antidisturbios, el ministro señaló que lo que se veía “es intento de homicidio”. Sánchez considera que quien ataca a un policía, ataca al Estado, y advirtió que los responsables materiales e intelectuales serán capturados. El alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán también envió un mensaje tajante: “Quiero ser claro: en Bogotá no hay espacio para la violencia”, escribió en X. “Denunciaremos estos actos ante autoridades judiciales, Defensoria del Pueblo y ONU. Siempre que haya violencia y destrucción, en Bogotá vamos a responder con el uso legítimo de la fuerza, como hicimos hoy”, aseguró.
Este viernes, la movilización reunió alrededor de 300 personas. Durante los días anteriores, miembros del Conesso de los aparatos habían realizado tomas de instalaciones oficiales en Bogotá, como las sedes de los ministerios de Igualdad y Agricultura, por decenas de manifestantes que llegaron a la ciudad con exigencias de una implementación pronta de la reforma agraria o apoyos para los campesinos y distintos grupos étnicos. Los marchantes de este viernes eran, en su mayoría, miembros de pueblos indígenas, sumados a representantes de las guardias campesina y cimarrona (de pueblos afro).
“En los momentos en que ha habido afectaciones a la integridad de ciudadanos hemos tenido que levantar los canales de diálogo y solicitar intervención de Policía”, ha explicado el secretario Quintero, y ha añadido que este viernes se cumplían cinco días desde la llegada de manifestantes provenientes de distintas zonas del país, y hasta el momento todas las protestas habían sido pacíficas. “En lo corrido de 2025 tan solo en el 4% de las más 1.400 movilizaciones que hemos tenido en la ciudad, ha requerido el uso de la fuerza. Lamentamos que algunos manifestantes no decidan hacerlo de forma pacífica. No es justo con la ciudad y su gente que se recurra a la violencia”, remató el funcionario.