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Los estudiantes de la Universidad Nacional conmemoran el 16 de mayo, en imágenes

Los alumnos recuerdan uno de los episodios más cruentos de represión, en medio de una coyuntura convulsionada por la disputa por la Rectoría

Los gases rodean a un miembro de la Policía durante el enfrentamiento. Los policías aparecen segundos después de que los estudiantes corten la carrera 30, como si estuvieran preparados. “Es por la fecha”, comenta un estudiante de Sociología. “¡Cerdos! ¡Cerdos!”, exclaman varios manifestantes.NATHALIA ANGARITA
Una tanqueta dispara un chorro de agua contra uno de los manifestantes. A diferencia de hace 40 años, los policías no entran al campus. Se activa un ritual habitual: ellos se quedan en la entrada, mientras una gran parte de los estudiantes retrocede a toda velocidad para resguardarse dentro de la universidad. Chelo Camacho
La Policía dispara gases durante el enfrentamiento. Los estudiantes están preparados para reaccionar a los cartuchos lacrimógenos que caen a unos metros de ellos. “¡Neutralizador! ¡Neutralizador!”, gritan varios para ofrecer un líquido con el que calmar el efecto de los gases en los más afectados. Algunos utilizan pañuelos o sombrillas. Otros se apresuran a agarrar los cartuchos que aún no se activan para lanzarlos lejos. NATHALIA ANGARITA
Un estudiante lanza una roca contra un grupo de policías. El 16 de mayo de 1984 fue un duro golpe para el movimiento estudiantil, que perdió fuerza. A la vez, también incentivó a algunos a dejar la universidad y sumarse a grupos armados. “Pasaron de ser 1000 a ser 100, pero más radicalizados”, comenta un estudiante de Sociología. Chelo Camacho
Dos manifestantes corren durante el enfrentamiento. No todos los estudiantes apoyan los tropeles. Algunos creen que distrae la atención del reclamo o, en este caso, la fecha que se conmemora. Otros afirman que es un mecanismo que logra llamar la atención de la ciudadanía. “Es situacional. A veces amerita para que la gente de afuera se pregunte qué está pasando en la Nacional”, remarca un estudiante. “Todo lo que está pasando en la Universidad ahora es un ejemplo de cómo las vías institucionales no funcionan”, afirma otro. NATHALIA ANGARITA
Los estudiantes comentan que este tropel no tiene relación con la disputa por la Rectoría y el rechazo a la designación de Ismael Peña en marzo. La decisión que tomó este jueves el Ministerio de Educación de nombrar un rector interino no forma parte de las conversaciones. “Lo de hoy es conmemorativo por el 84. Ya mañana será otro día y habrá tiempo para debatir qué es lo que se viene”, dice una estudiante de Filosofía. NATHALIA ANGARITA
Un manifestante lanza pirotecnia contra la Policía.Chelo Camacho
Agentes de la policía observan a los manifestantes durante el enfrentamiento. Se escuchan varios comentarios contra el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, que hace unos días aseguró que “los encapuchados no son manifestantes, son delincuentes que están afectando a la ciudad con violencia y actos criminales”. NATHALIA ANGARITA
Después de la olla comunitaria, un grupo de estudiantes debate con una decena de capuchos sobre la conveniencia de organizar tropeles. Los que están a favor dicen que hay que respetar la diversidad del movimiento estudiantil. “Un tropel no es excluyente a una velatón o un festival de poesía”, afirma una estudiante. “El discurso de construcción de paz no puede romantizarse”, añade. Otros tienen dudas de que sea eficiente. “Son importantes los sentires de quienes no se sienten representados en este ejercicio”. Chelo Camacho
Manifestantes se reúnen para encender las mechas de sus bombas 'Molotov'.Chelo Camacho
Un manifestante lanza una bomba 'Molotov' durante el enfrentamiento.NATHALIA ANGARITA
Un manifestante observa desde la parte superior de la entrada a la universidad la respuesta de la Policía. Algunos estudiantes se quejan del uso de agua para dispersarlos. “Hay racionamiento en Bogotá y ellos usan el agua como un arma”, dice uno de ellos. “¿Si viste la cantidad de agua? Y luego no hay en casa”, afirma otra estudiante. Chelo Camacho
Un estudiante corre con una bomba 'molotov' en la entrada del campus. Hay varias razones por las cuales el 16 de mayo marcó a la Universidad, pese a que nunca se registraron los muertos y desaparecidos que sí se contabilizaron en otras fechas. Tras la represión, la Universidad estuvo cerrada 11 meses. A largo plazo, se clausuraron cafeterías y comedores, lo cual afectó especialmente a los estudiantes de otras regiones colombianas. Chelo Camacho
Tres manifestantes corren con bombas 'Molotov' durante el enfrentamiento.Chelo Camacho
En el Edificio Uriel Gutiérrez, ocupado por los estudiantes desde abril, se preparan varias actividades para la noche. Incluyen la proyección de un documental y una velatón en homenaje a los estudiantes de 1984. NATHALIA ANGARITA
Los estudiantes en el Uriel Gutiérrez han preparado una exposición de imágenes del 16 de mayo de 1984. Estas fotografías se entremezclan con mensaje alusivos a la disputa actual por la Rectoría: hay mensajes contra Peña y otros exrectores que lo apoyaron. NATHALIA ANGARITA
Elizabeth Díaz, que era estudiante de Psicología en 1984, es una de las asistentes a las actividades del Uriel Gutiérrez. Vino con su hijo y está contenta porque, según cuenta, pudo visibilizar la importancia de esta fecha más que en años anteriores. Aunque no hay muertos o desaparecidos en los registros oficiales, varios testigos han asegurado que vieron cuerpos ese día. Está ilusionada con poder encontrar familiares de víctimas. NATHALIA ANGARITA