JN.1: qué se sabe sobre la nueva variante de covid-19 en Colombia

La evidencia científica disponible descarta su capacidad de inducir una enfermedad de mayor gravedad

Tres hombres usan el cubrebocas en Bogotá (Colombia), en una imagen de archivo.GUILLERMO LEGARIA (Getty Images)

Colombia registra un incremento en los contagios por covid-19 y ha sido detectada una nueva variante, con potencial de volverse dominante. Se trata de JN.1, una subvariante de ómicron cuya gravedad se descarta con la evidencia científica actual pero que tiene una mayor capacidad de transmisión que sus antecesoras.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud (INS), los contagios son por efecto del último pico respiratorio d...

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Colombia registra un incremento en los contagios por covid-19 y ha sido detectada una nueva variante, con potencial de volverse dominante. Se trata de JN.1, una subvariante de ómicron cuya gravedad se descarta con la evidencia científica actual pero que tiene una mayor capacidad de transmisión que sus antecesoras.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud (INS), los contagios son por efecto del último pico respiratorio de 2023, época en la que la transmisión siempre incrementa; sin embargo, la infección de enfermedades respiratorias no es de alarma, “no se observa mayor severidad, hospitalizaciones y muerte”.

Además, recalca, no solamente se trata del aumento de casos por coronavirus sino que también incrementaron las infecciones por virus sincitial respiratorio, enterovirus, rinovirus, adenovirus e influenza; esto ocurre después de las interacciones que tuvieron las personas durante las fiestas de fin de año, el cambio de clima y la llegada de turistas de Europa y Estados Unidos (donde JN.1 es dominante).

Una variante de interés, pero de riesgo bajo

La subvariante JN.1 Pirola, el último paso en la carrera evolutiva del coronavirus, se identificó en paralelo en Luxemburgo y Estados Unidos a finales de agosto de 2023. Desde entonces, incrementó su presencia en Europa y para mediados de diciembre fue detectada en China. La tarde del 19 de diciembre, la Organización Mundial de la Salud clasificó a JN.1 Pirola como una variante de interés, un apartado al que pertenecen aquellos grupos de linajes del virus cuyas características tienen el potencial para aumentar la transmisibilidad o la gravedad de la enfermedad. El organismo, sin embargo, explicó que “basándose en las pruebas disponibles, el mayor riesgo para la salud pública mundial que plantea el JN.1 se evalúa actualmente como bajo”.

Para el mexicano Alejandro Macías, infectólogo y comisionado gubernamental de la respuesta ante la pandemia de AH1N1 en 2009, la velocidad a la que crece JN.1 Pirola es una señal de que desplazará a las variantes en circulación y se convertirá en el motor de un nuevo brote durante el invierno, una visión que coincide con las previsiones que estimaban un aumento de covid-19 con la llegada de las temperaturas más bajas del año: “(Esta variante) se transmite con mucha más facilidad, es una subvariante de ómicron y casi seguramente incrementará los casos hacia las épocas de mayor frío, circulando con el virus sincitial respiratorio e influenza”, explicó a través de un video subido en su cuenta de X.

A pesar del repunte esperado del coronavirus, el comportamiento de la JN.1 parece coincidir con el del resto de las subvariantes surgidas de ómicron, que han provocado olas con picos de nuevos contagios que no impactan en el aumento de casos graves ni conducen a la saturación de la infraestructura hospitalaria. “Una cosa que debe tranquilizarnos es que las manifestaciones no parecen ser distintas del resto de las variantes, de hecho no parece estarse comportando como una variante que induce enfermedad de mayor gravedad”, asegura Macías.

Síntomas de la variante JN.1

Aunque no existen síntomas específicos que permitan diferenciar con precisión entre una infección provocada por una u otra variante, la evidencia científica disponible coincide en que la enfermedad provocada por ómicron y sus subvariantes se manifiesta con mayor frecuencia a través de estornudos, rinitis y tos. La aparición de dolor de garganta y fiebre, ambos moderados, también se asocia con las nuevas infecciones. Además, la pérdida del olfato y del gusto, síntomas característicos de las primeras olas, ya no forman parte de los cuadros típicos de coronavirus.

En suma, se trata de síntomas que en la mayoría de casos anticipan un cuadro leve, una característica común del virus desde principios de 2022, cuando ómicron y sus descendientes se convirtieron en las variantes dominantes en todo el mundo: “Las subvariantes que hoy predominan no se asocian a la mortalidad que tuvimos en los primeros casi tres años, en parte por una capacidad intrínseca del virus menor en términos de virulencia, aunque mayor en transmisibilidad, además de una población global con muy altos niveles de inmunidad”, explica Samuel Ponce de León, experto en enfermedades infecciosas y coordinador del Programa Universitario de Investigación sobre Riesgos Epidemiológicos y Emergentes (PUIREE) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

A pesar de que las previsiones consideran improbable un escenario con hospitales desbordados y un aumento exponencial de los casos de covid grave, un incremento elevado de casos suele estar acompañado de hospitalizaciones, especialmente de las personas que forman parte de los grupos de riesgo de complicación, como los adultos mayores, las que viven con enfermedades crónicas o las inmunosuprimidas. De ahí que la vacunación y las medidas sanitarias presentes durante toda la pandemia, en especial en interiores, sean la barrera de defensa más eficiente contra el virus.

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