La Policía es señalada por la muerte de una niña de tres años en el Valle del Cauca

Eiling Mariana Hurtado murió por una bala disparada en medio de un operativo en el municipio de Pradera

Policías en el barrio Manuel José Ramírez del municipio de Pradera (Valle del Cauca), el 29 de septiembre, en imágenes difundidas en redes sociales.

Lo que parecía ser un día de compartir familiar para los Hurtado López terminó convirtiéndose en una tragedia. En el barrio Manuel José Ramírez del municipio de Pradera, en el sur del Valle del Cauca, Eiling Mariana Hurtado López, como otros niños, estaba en una calle cerca a su casa aprendiendo a montar bicicleta con su mamá. Sin aviso, llegaron numerosos miembros de la Policía con la intención de capturar a Julián Moreno, alia...

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Lo que parecía ser un día de compartir familiar para los Hurtado López terminó convirtiéndose en una tragedia. En el barrio Manuel José Ramírez del municipio de Pradera, en el sur del Valle del Cauca, Eiling Mariana Hurtado López, como otros niños, estaba en una calle cerca a su casa aprendiendo a montar bicicleta con su mamá. Sin aviso, llegaron numerosos miembros de la Policía con la intención de capturar a Julián Moreno, alias Consumo. El papá de la niña de tres años, quien estaba allí, comentó en medios locales que las autoridades dispararon indiscriminadamente y que una de esas balas mató a su hija. Marcela, madre de Mariana también salió herida en la mano derecha, y continúa bajo supervisión médica, al igual que otro niño que al parecer fue golpeado con una moto en el operativo.

La versión de la Policía es otra. Jesús Enrique Quintero, comandante de la institución en ese departamento, ha dicho que buscaban al sindicado de homicidio. Y que en la operación “se presenta un intercambio de disparos en el cual resulta lesionada una menor de edad, quien posteriormente fallece producto de la gravedad de sus heridas”.

El abogado Ali Bantú Ashanti, del colectivo Justicia Racial, asumió la representación de la familia. El abogado explica lo que sucedió esa tarde del miércoles, según las víctimas. “Después de que la niña saliera herida, los policías no la auxiliaron, siguieron en la persecución e hicieron otro disparo a una casa donde se escondió el fugitivo. Quienes tuvieron que trasladarla al hospital fueron los vecinos”. Y agrega: “Luego, el comandante Quintero dio unas declaraciones que, de acuerdo con la comunidad, no son ciertas, como que hubo un cruce de disparos. Eso no es un hecho aislado, es sistemático que una vez ocurren estas violaciones de los derechos humanos, se busca posicionar una narrativa para obstruir la justicia”.

Los vecinos del barrio que presenciaron la balacera increparon a los uniformados, como se ve en videos de redes sociales. “Estos policías le pegaron un tiro a una niña. ¿Por qué hacen eso? ¿Por qué hacen eso?”, se ve que repite en uno de ellos un hombre visiblemente indignado, a la vez que graba a los oficiales y a las personas que les reclaman.

Los habitantes de Pradera vienen siendo víctimas de violencia por parte de los diferentes actores armados. Milton Andrés Perlaza, un adolescente de 17 años, murió el 28 de junio pasado tras recibir un disparo, al parecer realizado por un policía. La institución afirmó que era un delincuente, algo que ha negado su familia y algunos vecinos. Ashanti quién lleva el caso, alertó que tres meses más tarde, la investigación para esclarecer esa muerte no ha avanzado. “La realidad es que en Colombia para que un caso sea exprés debe ser de alguien rico y blanco”, manifestó el abogado.

Pocos días después, en el corregimiento de El Nogal, de la zona rural de Pradera, fue asesinado el líder indígena y candidato al Concejo municipal Luis Eduardo Timaná. Según las autoridades indígenas, los responsables pueden ser la disidencia de las extintas FARC llamada Segunda Marquetalia, que encabeza Iván Márquez, o los grupos paramilitares conocidos como Águilas Negras, quienes ya habían amenazado al líder.

Las muertes de Pradera son parte de un deterioro mayor, el del suroccidente del país. De acuerdo con datos de INDEPAZ, solo en 2023 en el Valle del Cauca se han registrado 10 masacres, y en Cauca, el departamento vecino a 10 kilómetros de ese municipio, otras cinco.

Para clamar justicia para Eiling Mariana, la población convocó una manifestación en la tarde de este viernes desde el barrio donde ocurrió el incidente, con bombas blancas y al grito de “Los niños no se tocan”. Hasta el momento, el Gobierno nacional no se ha pronunciado. Mientras tanto, Justicia Racial exige celeridad en el esclarecimiento del caso, para ello impulsa en la plataforma X ―antes Twitter― la tendencia #JusticiaParaMariana y han pedido el apoyo de la Procuraduría General de la Nación en la investigación.

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