Internacional
Catástrofe en el Pacífico
Japón, modelo de país nuclear, ejemplo de uso de tecnología atómica incluso en la peor zona sísmica del planeta, vivió ayer un día de pesadilla pendiente de la central de Fukushima I. Tras el terremoto y el tsunami, la nuclear perdió el sistema de refrigeración y durante más de 24 horas liberó gases radiactivos para reducir la presión y evitar un desastre aún mayor.
Japón vivió ayer uno de los días más angustiosos de su historia. El único país castigado con dos explosiones atómicas -Hiroshima y Nagasaki, en 1945- temió durante largas horas que una nueva catástrofe nuclear, esta vez motivada por la furia de la naturaleza, volviera a ensañarse con su pueblo.
GIAMPAOLO VISETTI | Sendai
Los habitantes más afectados por el tsunami deambulan en busca de sus familiares en un paisaje de devastación
ANDRÉS S. BRAUN | Madrid
Fukushima recibió en 1971 la planta con los brazos abiertos porque frenó el paro
EMILIO DE BENITO | Madrid
Los expertos consideran que Japón aplica las medidas de protección correctas
R. M. | Madrid
La central accidentada es gemela de la de Burgos, centro del debate atómico
JOSE REINOSO | Tokio
El Gobierno de Tokio lucha contra la devastación con un enorme dispositivo de rescate que desplegará 100.000 soldados, 300 aviones y 40 barcos
Í. DE BARRÓN | Madrid
Japón, la economía más endeudada, necesitará más capital para recuperarse
D. MADRID / G. MARTÍNEZ TABERNER
Cientos de miles de personas se vieron obligadas a abandonar sus casas en diferentes países a lo largo de toda la costa americana del Pacífico. Cerraron puertos y refinerías. La alerta por el potente maremoto que barrió el viernes Japón hacía temer una catástrofe.
La amenaza de un desastre nuclear en Fukushima movilizó ayer a decenas de miles de alemanes, que salieron a la calle a protestar contra la política energética del Gobierno. La coalición de centro-derecha de la canciller Angela Merkel aprobó en 2010 la prolongación de la vida útil de las centrales nucleares.
Ola de cambio en el mundo árabe
| Guerra civil en Libia
La Liga Árabe respaldó ayer el establecimiento de una zona de exclusión aérea sobre Libia "con el acuerdo de todos los países miembros presentes en la reunión de El Cairo", según declaró el ministro de Exteriores de Omán, Youssef bin Alawi bin Abdullah.
IGNACIO CEMBRERO | Madrid
La revuelta es una guerra civil en el país magrebí más rico y menos poblado
"Palmo a palmo, casa a casa, hogar a hogar, callejón a callejón, individuo a individuo". Muamar el Gadafi aseguró en una de sus recientes arengas que limpiaría Libia de rebeldes, que sofocaría la revuelta. Y en efecto, sus brigadas de soldados y mercenarios aceleraban ayer camino de Bengasi, la ciudad donde nació el alzamiento a mediados de febrero.
Decenas de miles de personas, en su mayoría jóvenes, salieron ayer a la calle para protestar pacíficamente contra "la precariedad" en Lisboa, Oporto y otras ciudades portuguesas, en la mayor movilización en este país al margen de partidos y sindicatos desde la revolución del 25 de abril de 1974.