El mayor ajuste de la democracia
La senda de recortes emprendida por el Ejecutivo para atajar el déficit dejará importantes cicatrices en el crecimiento y el empleo de los próximos años. La vicepresidenta y ministra de Economía, Elena Salgado, presentó ayer al Consejo de Ministros unas previsiones económicas más pesimistas que las existentes antes de elaborar el drástico plan de ajuste aprobado esta semana en el Congreso.
No vieron venir la crisis, suelen ayudar a hinchar burbujas y exageran el pesimismo cuando llegan los problemas; pero conservan un valor casi totémico para los mercados. Así son las agencias de valoración de riesgos. Fitch, una de las tres grandes del sector, retiró ayer a España la máxima nota de solvencia (AAA, una suerte de matrícula de honor), y la rebajó un escalón (hasta AA+, un sobresaliente que implica que la probabilidad de impago de la deuda es aún prácticamente nula).
Las dificultades aumentan a medida que se acerca el final del plazo para alcanzar un pacto para la reforma laboral. Ayer, en vísperas de una reunión clave para conocer la suerte del acuerdo, se disparó la crispación entre sindicatos y empresarios.
La reestructuración del sistema financiero
El jueves y el viernes pasado, los teléfonos de los presidentes de muchas cajas no pararon de sonar. El Banco de España insistió en su vieja ofensiva para que las pequeñas e indecisas cajas abandonaran sus proyectos absurdos y se refugiaran a la sombra de las grandes.
A. MARS | Madrid
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JAVIER NOYA