El objetivo de los fotógrafos busca una cosa: lo que se oculta bajo la falda de la estadounidense Venus Williams. A ella, que se diseña la ropa, que es quien ha decidido competir disfrazada con un corsé estilo tutú como si homenajeara a una obra estrenada en el parisino Moulin Rouge, le parece bien.
El magnate ha recibido en Hamburgo el mayor yate privado construido, que desborda lujo sobre una superficie de 6.000 metros cuadrados. Eclipse, que ha costado 500 millones, abruma por sus maximalismos: una eslora de 163 metros, un helipuerto que desaparece bajo cubierta apretando un botón y un hangar que alberga tres enormes lanchas. Ochenta personas forman su tripulación.