La primera crisis del euro
Algo parecido a las sensaciones inmediatamente anteriores al 15 de septiembre de 2008 -la quiebra de Lehman Brothers- recorre el espinazo de la eurozona, embestida por la crisis griega, que en realidad es ya una crisis europea en toda regla.
Los líderes de la zona euro han mantenido intensos contactos para convocar una cumbre extraordinaria el 10 de mayo en la que poner en marcha las ayudas financieras a Grecia.
España mira de reojo lo que ocurre en Grecia, con miedo a que la cruzada que han emprendido los mercados contra las debilidades en las cuentas públicas acabe alcanzándole. La posición española resiste, de momento, los embates, pero el peligro acecha y cada sacudida en el ámbito griego provoca pequeños temblores en España, muy inferiores a los que están sacudiendo Irlanda y, sobre todo, Portugal.
El paro ha alcanzado un nivel alarmante. "Excesivamente alto", admitió ayer el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en el Senado. En España, uno de cada cinco personas que quiere trabajar no puede hacerlo. El desempleo ha superado ligeramente el 20% en el primer trimestre del año.
Convertido temporalmente el Capitolio en el corazón financiero del país, los principales directivos de Goldman Sachs negaron ayer ante el Senado toda conducta delictiva con sus inversiones y sus clientes, al tiempo que los senadores republicanos, aconsejados por un delicado cálculo electoral, se resisten por ahora a votar en el pleno sobre la reforma de Wall Street.
El Banco de España ha dado luz verde a los números de la fusión entre Caixa Galicia y Caixanova, que necesitará unos 1.162 millones del fondo de rescate (FROB)habilitado por el Gobierno. En una larga reunión mantenida en la sede del Banco de España acudieron los negociadores de ambas cajas, José Luis Pego (Caixanova) y Javier García de Paredes (Caixa Galicia), así como la consejera de Hacienda de la Xunta, Marta Fernández Currás, con el director general de Supervisión, Jerónimo Martínez.
El Popular, el tercer banco, tiene claro que ha llegado el momento de crecer a costa de los que no pueden hacer, es decir, las cajas de ahorros. Considera que estas entidades están faltas de capital, por lo que no podrán crecer en el negocio y esto les forzará a perder clientes. "Nuestra posición es envidiable para crecer selectivamente.
La sostenibilidad del Estado de bienestar
MANUEL DE LA CRUZ Y MIGUEL RECIO