Espionaje político en la Comunidad de Madrid
No ha hecho ni una sola declaración pública. Evita a los periodistas. Y eso que aparece en el centro de la trama de espionaje. Primero, porque era el director de Seguridad cuando se produjo. Segundo, porque su nombre aparece en los informes -"entra nuestro director, Sergio", se lee en el del seguimiento a Alfredo Prada-. Y tercero, porque fue destituido por espiar a Prada, que después fue seguido de nuevo.
Todos los dirigentes del PP señalaban estos días que la dirección concedía mucha credibilidad a las informaciones sobre el espionaje entre compañeros de partido que ha publicado EL PAÍS. Pero hasta ahora nadie lo había dejado tan claro como Mariano Rajoy ayer en Barcelona.
Al PSOE le acusaron ayer los partidos a su izquierda de asustarse ante la Iglesia católica, de no atreverse a poner fin a una situación de supuesto privilegio y de no avanzar en la aconfesionalidad del Estado. Ocurrió en la Comisión de Justicia del Congreso, donde los socialistas rechazaron varias iniciativas contra la Iglesia.
El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón citó ayer a declarar en calidad de imputados en un delito de pertenencia a banda terrorista a 13 responsables de la agrupación electoral Democracia 3 millones (D3M) y del partido político Askatasuna, que han presentado candidaturas a las elecciones autonómicas vascas.
Representantes institucionales y de la patronal Adegi participaron ayer por primera vez en Azpeitia (Guipúzcoa) en la concentración mensual que sigue celebrando la familia de Ignacio Uria, asesinado por ETA el pasado 3 de diciembre. Unas 50 personas acompañaron a la familia del empresario en completo silencio durante un cuarto de hora.
Representantes de las tres asociaciones profesionales de secretarios judiciales se reunieron ayer con el ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, en un clima "cordial", pero sin que al final llegaran a "acuerdos concretos sobre cuestiones básicas", según dijo el representante del mayoritario Colegio Nacional de Secretario Judiciales, Rafael Lara.
Frente a los riesgos del terrorismo islamista, más vale prevenir que curar. Es la máxima que hoy prevalece en el seno de los servicios de información. La operación policial de ayer, que se saldó con 13 detenidos en Barcelona y Valencia, es un buen ejemplo de esa tendencia que pretende quemar a posibles aspirantes a la yihad antes de que se planteen el salto al terrorismo.
ROBERTO TAMAYO | Madrid
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