Amalia Solórzano, viuda del presidente Cárdenas
Ninguna de las esposas de los presidentes tuvo tanta influencia en la vida política del México contemporáneo como Amalia Solórzano, la viuda de Lázaro Cárdenas. Amalita, como cariñosamente le decían en Michoacán, murió en su residencia, en la Ciudad de México, a causa de una insuficiencia respiratoria. Tenía 97 años y era la cabeza de uno de los clanes políticos más renombrados del país.