La Xunta sólo repoblará los ríos con trucha gallega y en caso de catástrofe
En los ríos gallegos no queda ni rastro de los millones de truchas germanas que la Administración soltó a sus aguas durante medio siglo. Los asaltos de los alevines se sucedieron cada año pero, hoy se sabe, la misión naufragó. Los habitantes autóctonos de los cauces se comieron a los invasores y los que lograron sobrevivir a estos ataques sucumbieron al entorno por inanición.