La construcción del acceso norte del puerto de Valencia cumple 20 años como idea, pero ninguna administración quiere asumir su financiación, que ya supera los 500 millones de euros. Si en momentos de pujanza económica el Gobierno central y la Generalitat no acometieron el proyecto y se pasaron la pelota, en plena recesión el acceso subterráneo todavía cuenta con menos posibilidades de realización.
Los actos de celebración del 800º aniversario del nacimiento de Jaume I incluyeron ayer la representación del Misteri d'Elx en la Catedral de Valencia. La representación del auto-sacramental se ofreció en forma de concierto escenificado, una modalidad que cuenta con un coro integrado por 60 hombres y 12 niños.
El pulso por el control de la ciudad de Valencia -que deberá de renovar en enero su dirección- afloró el sábado en el primer congreso del PSPV-PSOE de la provincia de Valencia y consiguió emponzoñarlo. Las negociaciones entre la dirección de Jorge Alarte y el diputado Francesc Signes, saltaron por los aires el sábado por la tarde por la negativa de Alarte.
El puerto de Valencia no contempla un plan B al acceso norte. Sin embargo, nadie quiere asumir la financiación de la obra y de ella depende buena parte de la eficacia de la ampliación de sus instalaciones en 150 hectáreas (el doble de lo que ahora destina a la gestión de contenedores).
La necesidad de obtener recursos económicos ha obligado a los ayuntamientos a agudizar el ingenio para obtener financiación: se han revisado las principales adjudicaciones, se ha pactado con los proveedores formas de pago, y, por supuesto, se han revisado al alza tasas e impuestos.