Cambio en la Casa Blanca
| La política exterior
El presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama, sostuvo una primera ronda telefónica de cortesía con una quincena de dirigentes mundiales, pero la prioridad de su política exterior, salvo urgencias nuevas, será reconducir los conflictos iraquí y afgano, en cuya solución EE UU ha invertido miles de vidas y cientos de miles de millones de euros.
Incluso Robert Mugabe, el tirano de Zimbabue de 84 años, parece esperar grandes cosas de Barack Obama y está dispuesto a dejar de ver a EE UU meramente como "imperialista". Tras conocer el resultado electoral, Mugabe dijo "estar dispuesto a entrar en conversaciones con su Gobierno para mejorar las relaciones bilaterales".
La transición
La cumbre financiera internacional, la crisis económica interna, el plan de rescate de Wall Street, las guerras en Irak y Afganistán, cómo se gestiona la Casa Blanca por dentro... El presidente electo de EE UU, Barack Obama, y el actual, George W. Bush, se reúnen hoy por primera vez tras las elecciones para tratar estas cuestiones dentro del ritual del traspaso de poder.
La falta de respiradores parece perfilarse como una de las posibles causas del accidente que costó la vida a 20 personas el sábado en un submarino atómico de la flota rusa del Pacífico. La nave debía ser entregada a India en régimen de arrendamiento con opción a compra (leasing) para cinco años por 650 millones de dólares (510 millones de euros), según la agencia Ria-Novosti.
Cuba se salvó milagrosamente del huracán Paloma. El peligroso ciclón, de categoría tres cuando el sábado entró a la isla por la costa sur de Camagüey, se convirtió en una tormenta de baja intensidad a las pocas horas de azotar la región oriental del país.
JUAN GÓMEZ / EL PAÍS | Berlín / Madrid
El arzobispo de Múnich, Reinhard Marx, cuestiona el capitalismo salvaje
Los tres islamistas indonesios condenados por el atentado contra la discoteca Kuta Beach de Bali, en 2002, fueron enterrados ayer por sus familias en unas ceremonias a las que acudieron miles de simpatizantes, que les calificaban de "héroes" y gritaban "Alá es grande".