Tal vez se queja más, o más alto, quien vuelve de vacaciones y sufre el síndrome postvacacional. Pero hay quien tiene muchos más motivos, seguramente más callados para lamentar su suerte: los parados y los trabajadores que se ven obligados a empleos precarios ajenos a su formación y escasos para pagar sus facturas.
David Latorre tiene un hijo de 11 años. Además del recorrido hasta el colegio, el niño tiene que subir cada día tres pisos con el carrito hasta clase. "El chico no se queja pero la verdad es que parece excesivo que tenga que llevar cada día casi todo el material en el carrito. Mi sobrina de 12 años va con mochila y sí que tiene molestias".
La compañía mixta Jaizkibel, que permite la participación de las mujeres como soldados en el desfile del Alarde de Hondarribia (Guipúzcoa), va sumando seguidores pese al rechazo de buena parte de los vecinos de la localidad.