Todo es cuestión de perspectiva. Llenar el coche de carburante es mucho más caro que hace un año. Un depósito medio de súper 95 cuesta 66 euros, ocho más que el año pasado. Y si el coche gasta diésel, la factura ha aumentado en 15 euros, hasta rondar los 70.
El precio del petróleo y la crisis económica tienen a las aerolíneas sin resuello para buscar el modo de salvar la "tormenta perfecta" en la que está sumido el sector, en expresión de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, en sus siglas inglesas).
El gestor aeroportuario británico BAA, propiedad del grupo español Ferrovial que preside Rafael del Pino, ha logrado el respaldo de los "bonistas" -inversores propietarios de bonos por valor de 5.395 millones de euros- al plan de refinanciación de la deuda de la compañía, según anunció ayer la empresa en un comunicado.