"En mi rodaje, 'marines' e iraquíes acabaron amigos"
JOHN CARLIN
Una botella de Chablis, una docena de ostras y un par de lubinas frescas a la sal en un restaurante del bohemio barrio londinense de Covent Garden no ofrecen necesariamente el contexto más apropiado para moralizar sobre las masacres de la guerra de Irak.