La situación en el País Vasco
El PNV se ha servido del diputado general de Vizcaya, José Luis Bilbao, para enviar al lehendakari Juan José Ibarretxe un nítido mensaje de hondo calado político que comparte la mayoría de los miembros de la dirección, pero que difícilmente harán público porque colocaría al partido en un escenario de crisis.
El PSE y el PNV se quedaron ayer solos en el Ayuntamiento de Mondragón (Guipúzcoa) en la defensa de la moción "ética" que pedía la dimisión de los concejales que no condenen la violencia terrorista de ETA. El texto no prosperó por los votos en contra de ANV, que gobierna en minoría el municipio, y el rechazo del representante de Zutik (grupo coligado con EB) y del de Aralar.
Extremadura, La Rioja, Asturias y Cantabria ampliaron ayer a nueve el número de comunidades (seis socialistas, dos populares y una independiente) que han mostrado su oposición expresa a la iniciativa catalana de limitar la aplicación del fondo de suficiencia -que garantiza recursos para prestar el mismo nivel de servicios- a educación, sanidad y asuntos sociales.
Todo el Partido Popular recuerda el momento en que Alberto Ruiz-Gallardón, alcalde de Madrid, vio cómo casi todo el partido le daba la espalda por una frase. Fue en el congreso de 2004, y la frase, "algo habremos hecho mal". Era algo obvio, porque el PP acababa de perder las elecciones, pero a nadie le gusto escucharlo. Se llegó a calificar de alberticidio ese discurso.
El Gobierno pidió ayer formalmente al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que adopte medidas para hacer frente a los actos de piratería en aguas internacionales frente a la costa de Somalia, como el "apresamiento ilegal" del pesquero Playa de Bakio.
JESÚS DUVA | Málaga
"Ojalá hubiera muerto", dice el conductor que causó el choque de Torremolinos
La chulería es mala consejera. El que ha sido el mayor traficante de hachís juzgado en Marruecos se paseaba a sus anchas por Ceuta, su ciudad natal, pese a que estaba en búsqueda y captura internacional desde su fuga, hace cuatro meses, de la cárcel marroquí de Kenitra, a 40 kilómetros al norte de Rabat.
JOSÉ MARÍA IRUJO | Madrid
El detenido comenzó a traficar con hachís a los 16 años