Un futuro híbrido
Los espectadores "inclinados" ganan terreno a los "reclinados". Los jóvenes están perdiendo interés por la televisión convencional, la que sólo obliga a disponer de un confortable sofá y un mando a distancia a mano para saltar de cadena en cadena. Los chavales quieren participar, jugar con los contenidos, difundir sus propias creaciones. Y quieren hacerlo cuando sientan el impulso, no a la hora que dicta el programador.