CRISIS EN LA COMUNIDAD DE MADRID
Los dos diputados tránsfugas del PSOE, Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez, se abstuvieron ayer en la votación de investidura del candidato socialista, Rafael Simancas. El voto contra quien encabezó la lista en la que fueron elegidos el 25 de mayo produjo un resultado de 54 diputados a favor de la investidura (los grupos Socialista y de IU) y 55 en contra (el Grupo Popular), además de las dos abstenciones del Grupo Mixto.
La esperada intervención del diputado traidor al PSOE, Eduardo Tamayo, fue un fiasco. No ofreció ninguna sorpresa. Ni siquiera ofreció espectáculo porque, justo al acercarse al atril para iniciar su intervención, los diputados del PSOE y de IU abandonaron el hemiciclo. Además, todos los portavoces le ignoraron en sus intervenciones.
Nada de lo que Rafael Simancas pueda decir debe ser tenido en cuenta, porque el dirigente socialista "miente casi siempre". Sobre ese argumento construyó ayer todo su discurso la portavoz del PP en la Asamblea, Esperanza Aguirre, quien volvió a acusar al candidato del PSOE de usar el debate para "limpiar sus vergüenzas" y tachó al principal partido de la oposición de "federación de facciones y grupos de intereses descontrolados".
Fausto Fernández, el dirigente de IU que ha optado a más altas cotas de poder institucional, sostuvo ayer que los "poderes fácticos" y el PP se han unido para evitar esa posibilidad.
Zapatero decide pasar a la ofensiva contra el Gobierno ante el riesgo de que el conflicto dañe gravemente al PSOE
El portavoz adjunto del PP en la Asamblea de Madrid, Juan José Güemes, acusó ayer a Rafael Simancas, candidato socialista a la presidencia, de firmar en abril un acuerdo con la Asociación Nacional de Empresarios Gestores de Cooperativas y Comunidades de Viviendas (Agecovi) para "facilitar suelo urbanizado a cooperativas, vinculadas al PSOE y a IU, para construir 50.000 viviendas de promoción pública".
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El Gobierno de Fidel Castro ha querido lanzar un mensaje tranquilizador a los empresarios de España e Italia, principales socios comerciales e inversores en la isla, en medio de la actual coyuntura de enfrentamiento con la Unión Europea.
La ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, aseguró ayer que el Gobierno español "no va a paralizar el envío de tropas a Irak" porque la situación en ese país sea "díficil y peligrosa". "No nos hemos planteado nada semejante", dijo Palacio, aunque admitió que son muchos los riesgos que se asumen.