La inmigración impulsa el mayor crecimiento demográfico de Estados Unidos en más de 20 años
La población del país crece en 3,3 millones de personas, el 84% de ellas migrantes nacidos en el extranjero, según la Oficina del Censo
Estados Unidos es cada vez más un país de migrantes y las cifras lo demuestran. La población de Estados Unidos creció en 3,3 millones de personas en el último año, casi un 1% con respecto a 2023, y el 84% de esas personas eran inmigrantes nacidos en el extranjero, de acuerdo con las estimaciones de población del 2024 publicadas este jueves por la Oficina del Censo. La agencia federal concluye así que la inmigración impulsó el mayor crecimiento demográfico anual que el país ha experimentado desde 2001, al sumar más de 340 millones de habitantes.
“Una tasa de crecimiento anual del 1,0% es superior a la de los últimos años, pero se ajusta a las normas históricas”, reconoció Kristie Wilder, demógrafa de la Oficina del Censo, este jueves. “Lo que destaca es la disminución del papel del crecimiento natural en los últimos cinco años, ya que la migración internacional neta se ha convertido en el principal motor del crecimiento de la nación”. En total, la Oficina del Censo estima que 2,8 millones de migrantes llegaron a Estados Unidos este año. La cifra “refleja una tendencia continuada de aumento de la inmigración internacional, con un incremento neto de 1,7 millones en 2022 y de 2,3 millones en 2023″, añade el informe.
Ese incremento se debe en parte a un nuevo método de recuento adaptado recientemente por la agencia federal que incluye a los inmigrantes admitidos al país por razones humanitarias. Por tanto, las cifras de 2024 suman por primera vez a personas que han entrado al país bajo las protecciones de algún parole humanitario, un sector de la población migrante que la Oficina del Censo reconoce era el “menos propenso” a ser incluido en sus análisis a pesar de ser “el grupo con el crecimiento más significativo en nuestros datos de referencia”.
Con esta nueva metodología, la agencia federal encontró que las personas admitidas bajo las diferentes políticas humanitarias que ha implementado el Gobierno de Jode Biden representan más del 50% de los migrantes de origen extranjero en el país este año. Un informe del Instituto de Política Migratoria publicado la semana pasada ya estimaba que más de 5,8 millones de personas habían entrado al país mediante algún parole entre el 2021 y 2024. El futuro de estas protecciones es incierto, ya que presidente electo, Donald Trump, ha prometido acabar con todas ellas cuando asuma el cargo en enero.
Sin embargo, incluso con el nuevo método, el cálculo anual de la Oficina del Censo sobre cuántos migrantes han entrado al país en la década de 2020 continúa siendo más baja que las cifras citadas por otras agencias federales, como la Oficina Presupuestaria del Congreso. La Oficina del Censo calculaba que 1,1 millones de inmigrantes entrarían en Estados Unidos en 2023, mientras que la estimación de la Oficina Presupuestaria del Congreso era de 3,3 millones. Con el cambio en la metodología, la Oficina del Censo recalcula ahora que el año pasado entraron 2,3 millones de personas, aún por debajo de las otras cifras.
Además de a nivel nacional, la población inmigrante también creció en los 50 Estados y el Distrito de Columbia. Florida (411.322), California (361.057) y Texas (319.569) registraron los mayores aumentos debido a la inmigración internacional, según los datos de la Oficina del Censo.
Por regiones, la inmigración internacional hizo que el sur de Estados Unidos sumara más habitantes que todas las demás regiones juntas, lo que la convierte tanto en la región de más rápido crecimiento como en la de mayor aumento de población del país. Con casi 132,7 millones de habitantes, la población sureña creció en 1,8 millones de personas, 1,1 millones de ellas inmigrantes.
El crecimiento de la población del noreste del país también se debió en gran medida a la inmigración internacional (567.420). Igual ocurrió en el medio oeste, donde llegaron 406.737 nuevos inmigrantes. Finalmente, en el oeste, la población aumentó en casi 688.000 habitantes, hasta un total de 80 millones residentes. Este crecimiento se mantuvo a pesar de una pérdida de residentes nativos de casi 170.000 personas, compensada por la llegada de 667.794 de inmigrantes.