El 34% de la población comparte la opinión de Trump de que los migrantes han contaminado la sangre de Estados Unidos
El sondeo anual sobre los Valores Americanos muestra que tres de cada 10 republicanos apoyaría que los “patriotas” recurran a la violencia para “salvar el país”
La retórica antiinmigrante que ha invadido la campaña electoral está dando resultado en parte de la población y opiniones que antes parecían impensables se admiten públicamente sin ningún pudor. Si la afirmación que Donald Trump hizo en septiembre del año pasado de que “los inmigrantes envenenan la sangre del país” hizo saltar las alarmas entre los grupos de derechos humanos y entre la mayoría de la población, más preocupante aún es constatar que un tercio de los estadounidenses está de acuerdo con la aseveración, más propia de un régimen nazi del siglo pasado que del país abanderado de la liberad y los derechos.
Sin embargo, es lo que ha puesto en evidencia la 15 Encuesta Anual de los Valores Americanos, realizada por Brookings y el Instituto de Investigación Pública de Religión (PRRI, por sus siglas en inglés) y publicada ayer, que muestra que un 34% de la población cree que los inmigrantes que entraron de forma ilegal realmente contaminan las venas del país. “En todos estos años de colaboración hay una serie de preguntas que yo, como científico social, nunca pensé que escribiría y esta es una de ellas”, admitió Robert P. Jones, presidente y fundador del PRRI. “Se trata de una especie de caso clásico de polarización asimétrica. Los republicanos están mucho más fuera de la población general que los demócratas”, explica. Seis de cada 10 republicanos (61%), el 30% de los independientes y el 13% de los demócratas respaldan la afirmación que Trump ha incluido en varios de sus discursos electorales.
“Esta es una de las cosas más aterradoras que se le han oído decir a un candidato presidencial. De hecho, me sorprendió que el 23% de los encuestados judíos estuviera de acuerdo con eso, porque es una expresión nazi (…) Esto debería asustar a todo el mundo”, sostuvo Joy Reid, comentarista política.
El sondeo es uno de los mayores realizados, con 5.000 ciudadanos preguntados entre el 16 de agosto y el 4 de septiembre y con un margen de error de 1,82 puntos. Aunque se enfoca en el estado de la democracia, las preguntas sobre inmigración son las que más impacto han causado. “Me sorprendió descubrir que el país está girando tan dramáticamente hacia la derecha en materia de inmigración”, reconoció A.B. Stoddard, columnista de The Bulwark en la presentación de la encuesta.
Lo corrobora el hecho de que por primera vez desde que se hizo la pregunta, en 2018, ha caído el apoyo a los migrantes que llegaron indocumentados siendo niños, los llamados dreamers. Una pequeña mayoría de estadounidenses (52%) está a favor de permitir que obtengan el estatus de residentes legales (hace seis años era el 62%), mientras que el 44% se opone a esto. Entre los republicanos, el 77% se manifiesta en contra.
Ofrecer una vía para que los migrantes indocumentados consigan la nacionalidad es el asunto que más ha polarizado en los últimos años. La brecha entre el Partido Republicano y el Demócrata se ha más que duplicado en la última década, de 18 puntos porcentuales en 2013 a 41 puntos porcentuales en 2024.
Además, ha crecido el apoyo a la construcción de un muro en la frontera y una mayoría de los encuestados opina que los inmigrantes están sobrecargando los servicios sociales de las comunidades locales.
Una de las cuestiones más polémicas sobre la inmigración es la masiva deportación que promete el candidato republicano. Los estadounidenses están divididos sobre si están a favor (47%) o en contra (50%) de arrestar y deportar a inmigrantes que se encuentran en el país ilegalmente, incluso si eso implica establecer campamentos custodiados por el ejército estadounidense. Casi ocho de cada diez republicanos (79%) están a favor de los campamentos militarizados.
El poder a la fuerza
La encuesta examina las actitudes sobre la carrera presidencial de 2024, la salud de nuestra democracia y el apoyo a la violencia política. Esta cuestión sólo se introdujo en 2021 como consecuencia de la insurreción en el Capitolio y es “una pregunta que hasta entonces no creímos que tendríamos que hacer”, reconoce Jones. Sorprende el hecho de que todavía, y a pesar de todas los fallos judiciales que lo han negado, el 62% de los republicanos cree que las elecciones del 2020 fueron robadas. Asimismo, casi la mitad de los que apoyan al partido conservador cree que las personas que han sido condenadas por un tribunal de justicia por su papel en los violentos ataques del 6 de enero son en realidad patriotas que están siendo rehenes del gobierno, otro discurso que Trump se ha encargado de difundir.
La idea de que se repitan las escenas a las que el mundo entero asistió ese fatídico día, preocupa a muchos, pero otros consideran que puede ser necesario. El 18% de los estadounidenses está de acuerdo en que “debido a que las cosas se han desviado tanto, es posible que los verdaderos patriotas estadounidenses tengan que recurrir a la violencia para salvar a nuestro país”. La diferencia es grande entre los republicanos (28%) y los demócratas (8%). Además, un 22% de los republicanos y un 12% de los demócratas apoyan que los ciudadanos de a pie usen la fuerza para situar al candidato ganador en la presidencia si hay fraude electoral, incluso si hay que usar la violencia.
El público estadounidense está dividido equitativamente sobre si existe un peligro real de que Trump utilice la presidencia para convertirse en un dictador (49% está de acuerdo frente a 48% en desacuerdo), pero entre los demócratas, la creencia es de un amplia mayoría (88%).
La encuesta revela que el apoyo a la violencia política es mayor entre aquellos ciudadanos que siguen a los medios de comunicación conservadores (41%), entre otros la cadena de televisión Fox. “Tenemos un problema de medios de comunicación y algunos de ellos están llevando a la gente hacia el fascismo”, denunció Reid.