“Es muy fantasioso lo de expulsarnos porque somos parte vital del motor de este país”
Guatemalteca de nacimiento, Jennifer Hernández denuncia la discriminación que siente cuando habla en español. En noviembre votará por Kamala Harris porque cree que solo ella velará por los intereses de los latinos
El voto latino será clave en las elecciones del 5 de noviembre porque ni Kamala Harris ni Donald Trump pueden ganar la Presidencia sin el apoyo de una fuerza que ya suma 36 millones de votos. A un mes de la cita en las urnas, EL PAÍS comienza una serie de entrevistas para conocer qué piensan, qué les preocupa y qué le piden a los políticos los votantes hispanos.
Jennifer Hernández nació en Guatemala hace 48 años y lleva más de la mitad de ese tiempo en Estados Unidos. Ahora vive en el Estado de Maryland. Casada con un salvadoreño que llegó de niño al país, sus dos hijos, de 9 y 12 años, nacidos en Estados Unidos, la obligan a hablar spanglish. Aunque la mayor parte de su carrera profesional la ha realizado como locutora de radio, ahora se dedica a dar consejos prácticos a los latinos en las redes sociales. Con más de un millón de seguidores en TikTok y casi 30.000 en Instagram, usa las plataformas para educar en tecnología y otros asuntos cotidianos.
En 2020 votó por el Partido Demócrata y este año volverá a hacerlo porque le asusta lo que puede pasar si Donald Trump gana, a pesar de que califica de “fantasiosa” su idea de expulsarlos. Considera a los latinos “el corazón” del país y admite hablar en inglés cuando hay personas blancas cerca para no ser discriminada.
Pregunta. ¿Ya ha decidido su voto para el 5 de noviembre?
Respuesta. Sí, votaré por Kamala Harris.
P. ¿Qué es lo que más ha influido en su decisión?
R. El hecho de que es mujer y la protección para nuestra comunidad, porque da miedo escuchar los planes que su contrincante tiene para los latinos. También por la cuestión de la salud. Ella va a continuar el acceso al seguro médico, que ha sido muy diferente en los últimos años. Antes las personas tenían que pagar de su propio bolsillo un servicio tan importante como la salud, pero el Obamacare ha cambiado eso.
P. ¿Qué le diría a Trump?
R. Que no necesitamos tanto drama, sino soluciones. Ahora nos encontramos en un periodo en el que económicamente estamos mal. Trump no puede ignorar nuestra comunidad y querer arrasar a todos los latinos que hay en Estados Unidos. Es muy fantasioso lo que quiere hacer con nosotros porque somos parte vital del motor que hace funcionar este país.
P. ¿Y a Harris?
R. Le diría que tenemos muchas esperanzas en que las cosas sigan mejorando para nuestra comunidad y que estamos esperando un cambio drástico en la cuestión migratoria. Estamos hartos de tantas promesas y nuestra comunidad sigue apoyando al partido, es el momento de hacer algo, no solo una ley aquí y otra allá.
P. ¿Qué es ser latino en Estados Unidos para usted?
R. Nosotros somos el corazón de Estados Unidos en el sentido de que valoramos cosas como la familia, la unión, como ayudar a los demás. Eso es parte de cómo somos y se lo inyectamos todos los días a las personas que nos rodean, no importa quienes sean. El latino le da ese toque diferente y especial al país. Estados Unidos no sería lo mismo sin la diversidad que tiene.
P. ¿Prefiere el inglés o el español (o el spanglish)?
R. Me toca el spanglish porque tengo niños pequeños. Ellos han nacido acá y crecido acá y van a la escuela, por lo que me toca hablar spanglish. Pero mis hijos viven su día a día como latinos, con la comida, las costumbres… Nuestra familia sigue un estilo de vida latino, aunque ellos hablen más inglés.
P. ¿Ha sentido prejuicio o racismo?
R. Por supuesto, yo estoy muy orgullosa de donde vengo y del español, sin embargo, dependiendo de donde estoy y de las personas que tengo alrededor, decido qué idioma voy a usar. Mi tez es morena y nos ven y tratan de forma diferente. Si veo que hay personas blancas a mi alrededor, prefiero hablarles en inglés, porque tengo miedo de que pase algo que traumatice a mis hijos.
Me ha pasado muchísimas veces en las tiendas. Por ejemplo, si voy con mi suegra, que no habla inglés, el trato es diferente, muy pesado cuando creen que no hablas su idioma. Cuando me giro y les pregunto a las dependientas en inglés qué es lo que pasa, entonces cambian su actitud. Pasa muy a menudo y sólo por hablar en español.
P. ¿Qué le gusta de Estados Unidos?
R. La diversidad. Me encanta. Yo siempre soñaba con viajar. Venir a Estados Unidos me dio la oportunidad de conocer a muchas personas de otros países. Su manera de ser, su comida, sus costumbres, sus bailes… Es como viajar por el mundo pero sin salir de aquí. Al igual que las redes sociales, me ha abierto las puertas para conocer a gente.
P. ¿Qué cambiaría de Estados Unidos?
R. Las leyes de inmigración. Estoy de acuerdo con que no a todo el mundo se le puede otorgar una estadía en el país, sin embargo, muchas personas que están aquí se merecen una oportunidad, algo diferente. Porque para nosotros latinos no tener documentos no es un impedimento, pero sí es un obstáculo. Muchos han logrado cosas grandiosas sin tener documentos, ¿te imaginas lo que harían si los tuvieran? Podrían hacer mucho más, para la economía del país, para nuestra comunidad, para todos.
P. ¿Cómo se imagina dentro de 10 años?
R. Si lo pensamos como un sueño, me imagino vivir en un país donde todo el mundo tiene oportunidades, donde se siente feliz de estar acá, porque la economía está bien, tenemos acceso a la salud, a la educación. Un país en el que todos nos respetamos. Donde la gente entienda que ya estamos acá y no nos vamos a ir tan fácilmente porque hemos hecho una vida aquí.