Promesas de prostitución, drogas, robos y muertes: imputada la “banda del fentanilo”
La Fiscalía del Distrito Medio de Pensilvania señala que el grupo, que operaba en el noreste del país, atraía a las víctimas a través de internet y luego las drogaba para incapacitarlas y así poder robarlas. Cuatro personas murieron por sobredosis
La “banda del fentanilo” tenía una estrategia sencilla pero efectiva. El grupo, conformado por siete miembros, algunos de los cuales estaban afiliados a pandillas de Nueva York, atraía a sus víctimas a través de internet con anuncios de prostitución, luego las drogaba y, una vez incapacitados, tras consumir fentanilo sin saberlo, los robaban, según la acusación de la Fiscalía del Distrito Medio de Pensilvania. No se ha hecho público el número de víctimas totales, solamente se ha informado de que cuatro personas murieron por sobredosis de fentanilo por las actividades delictivas del grupo. Los siete detenidos fueron acusados de dos cargos de distribución de fentanilo con resultado de muerte y lesiones graves, conspiración para distribuir la sustancia, secuestro, robo de identidad con agravantes y dos cargos de blandir armas de fuego “en apoyo de un delito de tráfico de drogas”.
El escrito de acusación señala que esta banda de delincuentes, que las fuerzas del orden han bautizado como Fentanyl Robbery Gang (F.R.G.), ya traficaban con drogas y armas previamente. Pero más recientemente, habían empezado a utilizar sitios web de citas para ponerse en contacto con personas interesadas en contratar prostitutas y luego robarlas. Una vez captados los objetivos, los miembros y asociados del F.R.G. se coordinaban para acudir al domicilio de la víctima con la intención de robarle armas de fuego, dinero en efectivo, teléfonos móviles, documentos de identidad, tarjetas de débito y de crédito, drogas y cualquier otro objeto de valor.
Durante el falso encuentro con una prostituta, a la víctima se le ofrecían estupefacientes, normalmente supuesta cocaína. Sin embargo, en realidad, la droga contenía fentanilo. Si la víctima rechazaba las drogas no era un problema, igualmente le administraban los narcóticos con fentanilo, a la fuerza o subrepticiamente. El objetivo de esto era incapacitar a las víctimas y robarles cuanto fuera posible de la manera más fácil. Si las drogas no surtían el efecto de incapacidad, o no era suficientemente rápido, la banda cambiaba de estrategia y cometían el robo con allanamiento de morada y robaban objetos de valor a punta de pistola o por otros medios violentos, incluidas amenazas, palizas y agresiones con agravantes.
Cuatro de las víctimas de estos crímenes murieron como consecuencia de una sobredosis de fentanilo, según las autoridades. Tres de las muertes se produjeron en los condados de Berks y Luzerne (Pensilvania) y una en Portsmouth (Nuevo Hampshire). Sin embargo, se trata de una investigación en curso y las fuerzas del orden están tratando de identificar y detener a otros miembros y asociados, así como de identificar y localizar a todas las víctimas que se conocen u otras que todavía no.
Esfuerzos por reducir el tráfico de fentanilo
La imputación del grupo llega con la crisis nacional de opioides lejos de estar resuelta, y más bien exacerbada en los últimos años por la irrupción masiva del fentanilo en el mercado de drogas ilegales. Casi 74.000 personas murieron en 2022 por sobredosis de fentanilo y otros opioides sintéticos, un récord histórico, según el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas. Por ponerlo en perspectiva, en las guerras de Iraq y Afganistán, alrededor de 7.000 militares estadounidenses perdieron la vida.
Naturalmente, la crisis de los opioides se ha trasladado al plano político y convertido en un tema prioritario para ambos partidos. En la actual campaña presidencial, hace parte de algunas de las principales preocupaciones de los votantes, que suelen juntarlo en el mismo paquete que la inmigración irregular. Y desde hace más de un año, la Administración de Joe Biden ha impulsado importantes esfuerzos diplomáticos, principalmente en colaboración con México y China, los principales países de origen de la droga, para reducir el tráfico. Sin embargo, todavía no se han visto claros efectos de estas medidas.
Precisamente en este contexto, en medio de un clima político extremadamente polarizado, un trío bipartidista de la Cámara de Representantes presentó el pasado miércoles 10 de julio un proyecto de ley destinado a combatir el flujo de fentanilo en la frontera sur de Estados Unidos. El proyecto de ley Stop Fentanyl at the Border Act (Ley para Detener el Fentanilo en la Frontera) fue presentado por los representantes Eric Sorensen (demócrata por Nuevo México), Gabe Vasquez (demócrata por Illinois) y Lori Chavez-DeRemer (republicana por Oregón).
La nueva iniciativa asignaría 5.000 millones de dólares para abordar la crisis del fentanilo en la frontera sur de Estados Unidos. En el texto indican que esta iniciativa reduciría el flujo de fentanilo y tomaría medidas contra la delincuencia, proporcionando la financiación, la tecnología y el personal que tanto se necesitan en los puertos de entrada y salida de mercancías. El proyecto de ley también plantea que los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley puedan ampliar enormemente la capacidad de escanear vehículos y cargamentos para detectar contrabando antes de que entre en el país.