El calor extremo puede provocar la muerte: cómo mantenerse a salvo con el alza de las temperaturas
El Servicio Meteorológico Nacional hace una serie de recomendaciones para sobrellevar la nueva ola de calor que está afectando a varios Estados del país
Desde el pasado fin de semana, Estados Unidos está experimentando una nueva y peligrosa ola de calor. Las autoridades forenses reportaron cuatro fallecimientos en la zona de Portland (Oregón) que pudieran estar relacionados a las temperaturas récord que se registraron en este Estado y buena parte del oeste del país. Tres de los fallecidos tenían 64, 75 y 84 años, mientras que el cuarto tenía 33 años, informó Los Angeles Times. A este grupo se suma la muerte de un motociclista ocurrida en el Valle de la Muerte (California).
Esta nueva alerta metereológica se produce cuando la temperatura global alcanzó el mes pasado un preocupante récord: 12 meses consecutivos en los que el planeta es 2,7 °F (1,5 °C) más cálido que en la época preindustrial, advirtió el servicio climático europeo Copernicus.
Los riesgos de un golpe de calor
El calor mata y las estadísticas lo confirman. Esta fue la causa directa o indirecta de alrededor de 1.670 muertes en Estados Unidos durante el 2022, según datos de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC). En este sentido, los golpes de calor representan el riesgo más temible durante episodios de altas temperaturas como los que azotan este momento a varios Estados de la nación. La rapidez y virulencia con la que aparecen los síntomas pueden acabar con la vida de una persona sana en muy poco tiempo.
La alarma surge cuando la temperatura corporal supera los 104 °F (40 °C). A partir de este momento, distintos procesos fisiológicos del organismo se alteran y se produce una inflamación acompañada de un brote de enzimas que interfiere el funcionamiento regular de los órganos vitales. Los médicos explican que este cuadro, una vez empezado, es difícil de revertir. Los primeros síntomas son dolor de cabeza, confusión y aturdimiento y van escalando hasta la pérdida de conciencia, convulsiones y el fallo cardíaco. En estos casos hay que llamar a los servicios de emergencia de inmediato.
Recomendaciones generales
El Servicio Meteorológico Nacional aconseja cancelar o reprogramar actividades físicas extenuantes para las horas más frescas del día. Las personas especialmente vulnerables al calor, como los niños, los bebés o los ancianos (sobre todo los que padecen enfermedades preexistentes, toman determinados medicamentos, viven solos o tienen movilidad limitada), los enfermos crónicos y las embarazadas, deben permanecer en el lugar más fresco disponible.
También sugiere la receta de siempre: llevar ropa ligera y de colores claros, minimizar la exposición directa al sol, comer alimentos ligeros, frescos y fáciles de digerir, tomar mucha agua (no muy fría), líquidos sin alcohol y descafeinados aunque no se tenga sed. Asimismo, es necesario permanecer en espacios con aire acondicionado o utilizar ventiladores eléctricos portátiles para expulsar el aire caliente de las habitaciones. Sin embargo, nunca se debe colocar el flujo de aire de forma directa cuando la temperatura ambiente sea superior a 90 °F (32 °C). El aire seco genera una mayor deshidratación.
Por su parte, los trabajadores al aire libre deben hidratarse constantemente, gozar de áreas de descanso en sombra y aumentar la carga de trabajo gradualmente. En este sentido, cada empresa debería contar con un protocolo basado en las recomendaciones de las autoridades para evitar enfermedades y muertes relacionadas con el calor.
Medicamentos que pueden afectar la salud
Frecuentemente recetados para tratar enfermedades renales y la hipertensión, los diuréticos generan una mayor deshidratación e insuficiencia de potasio y sodio, dificultando al organismo la regulación de la temperatura corporal. Otros que también generan desequilibrios durante episodios de calor son los medicamentos para las alergias y la depresión porque algunos producen una mayor sudoración e impiden el enfriamiento del cuerpo. En todos estos casos, es necesario hidratarse más de la cuenta y consultar al médico si se puede ajustar la dosis durante la alerta climática.
Seguridad contra el calor en los vehículos
Los estudios han demostrado que la temperatura en el interior de un carro puede aumentar hasta niveles peligrosos durante una ola de calor extremo. Datos del Servicio Meteorológico Nacional aseguran que el asiento de un coche puede alcanzar rápidamente temperaturas que van de los 180 °F (82 °C) hasta los 200 °F (93 °C). Estos objetos calientan el aire adyacente y emiten radiación de onda larga que luego calienta el aire atrapado en el interior. Se convierte literalmente en un horno. La recomendación es no quedarse dentro por largo períodos de tiempo durante el verano.
Consejos de seguridad para padres y cuidadores
Según el estudio Los efectos del cambio climático sobre la salud humana en los Estados Unidos: Una evaluación científica, los niños menores de cuatro años sufren más ingresos hospitalarios por enfermedades respiratorias durante las olas de calor. Sus cuerpos se calientan a mayor velocidad que el de los adultos, así que es necesario mantenerlos frescos, limitar los juegos al aire libre, y evitar el consumo de líquidos muy fríos, azucarados o con edulcorantes.