México entra en elecciones
Comienza una carrera que, salvo sorpresa mayúscula, llevará por primera vez a una mujer a la Presidencia. La candidata oficialista, Claudia Sheinbaum, es la máxima favorita, seguida de Xóchitl Gálvez y, a mucha distancia, Jorge Álvarez Máynez
México inicia este viernes la campaña electoral con vistas a las presidenciales del próximo 2 de junio. Salvo sorpresa mayúscula, una mujer será la próxima mandataria por primera vez en la historia del país. Claudia Sheinbaum, representante de la alianza oficialista entre Morena, el Partido Verde y el Partido del Trabajo, parte como clara favorita; seguida de Xóchitl Gálvez, de la coalición entre el PAN, de derecha, el PRI, el histórico...
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México inicia este viernes la campaña electoral con vistas a las presidenciales del próximo 2 de junio. Salvo sorpresa mayúscula, una mujer será la próxima mandataria por primera vez en la historia del país. Claudia Sheinbaum, representante de la alianza oficialista entre Morena, el Partido Verde y el Partido del Trabajo, parte como clara favorita; seguida de Xóchitl Gálvez, de la coalición entre el PAN, de derecha, el PRI, el histórico partido mexicano hoy en decadencia, y el PRD, los restos de la izquierda clásica. A mucha distancia aparece Jorge Álvarez Máynez, de Movimiento Ciudadano, una especie de verso suelto que no ha querido sumarse a la coalición de toda la oposición. Las encuestas marcan una clara ventaja hacia la nominada guinda, aunque todavía quedan tres meses en los que los candidatos, sobre todo los de la oposición, tendrán margen para sacar toda la artillería.
El banderazo de salida se dará en eventos convocados en los bastiones de cada partido. Morena lo hará en el Zócalo, a los pies del Palacio Nacional; el frente opositor ha elegido Guanajuato, uno de los Estados más castigados por la violencia en este sexenio y además gobernado por ellos; y el partido naranja lo hará en Lagos de Moreno, una ciudad que fue noticia el año pasado por la brutal masacre de un grupo de jóvenes en manos del crimen organizado y que queda en Jalisco, de las pocas entidades en manos de Movimiento Ciudadano.
“Vamos por 90 días duros, arduos, intensos”. El anticipo de lo que serán los próximos meses vino este jueves de la boca de Gálvez. Se trata de la recta final de un proceso que aspira a ser el más largo de la historia mexicana. Pese a que el inicio oficial es este viernes, los candidatos llevan ya unos nueves meses de campaña, entre las internas que atravesó cada alianza, la precampaña y la intercampaña. Las semanas que quedan serán cruciales para los dos candidatos de la oposición, deberán competir con la meta puesta en dar vuelta la elección, porque hasta el momento todas las encuestas que se han realizado en el país dan por ganadora a Sheinbaum. De ser así, Morena permanecería en el poder 12 años, algo que desde la apertura democrática del 2000 solo ha conseguido el PAN con los Gobiernos consecutivos de Vicente Fox y Felipe Calderón.
La sucesora de Andrés Manuel López Obrador —de momento, solo dentro de Morena— ha tenido jugando a su favor un factor clave: el presidente, con una aplastante aprobación, le ha llevado de la mano hasta la candidatura. Sheinbaum sabe que capitalizar esa imagen positiva es el camino al éxito, por eso se ha pegado lo más que ha podido a la figura del mandatario. Tanto que ha anunciado que presentará este viernes sus 100 objetivos de gobierno, una idea que evoca las 100 promesas que lanzó el mandatario el día que tomó el poder hace más de cinco años. Su campaña ha buscado desdibujar la frontera que separa a las dos figuras. Este jueves, cuando la candidata presentó su equipo de campaña, la prensa le cuestionó sobre esta similitud. “Dicen que yo no tengo personalidad”, dijo entre risas, “pero yo estoy muy segura de mí misma”.
Sheinbaum ha detallado que en los primeros días de campaña estará en Ciudad de México, Ciudad Juárez y Guadalajara. La capital será uno de los centros neurálgicos de la campaña. No solo porque la ahora candidata presidencial es la exjefa de Gobierno, sino porque Ciudad de México se perfila como una dura batalla. La candidata oficialista lidera las encuestas pero la oposición está fuerte y amenaza con ser capaz de dar el golpe. “Cada semana daremos a conocer una de las propuestas”, ha dicho Sheinbaum este jueves en conferencia de prensa. Además ha explicado que planea cada día hacer dos o tres eventos, tener reuniones con los diferentes sectores y al menos un encuentro con la prensa. Ha barajado incluso la posibilidad de hacer algo similar a la mañanera de López Obrador, una idea que ya usa Gálvez desde hace semanas.
Gálvez, la candidata sin partido
A la candidata del frente opositor, por el contrario, pegarse a los pasados presidentes del PAN le ha jugado en contra en la campaña. El último episodio fue una foto con Felipe Calderón (2006-2012) que se sacó en la gira por España. Al generarse la polémica, acabó por tomar distancia del exmandatario. “No le admiro políticamente”, aclaró posteriormente. Gálvez ha elegido iniciar la madrugada de este viernes un recorrido por tres entidades del norte —Zacatecas, Aguascalientes y Guanajuato—, de las más azotadas por la inseguridad. “Voy a arrancar a las 12 de la noche en Fresnillo, que es el municipio donde la gente tiene más miedo en el país”, explicó hace unos días. Lo hará para enviar un “mensaje de esperanza a los mexicanos de que va a terminar esta larga noche de violencia porque nosotros sí vamos a enfrentar a los delincuentes”.
Gálvez, senadora con licencia por el PAN, es un caso particular. Durante su carrera política ha ocupado cargos en gobiernos panistas, pero no está afiliada al partido. Suele vender su independencia y transversalidad como uno de sus principales activos. En el arranque de campaña se espera que esté acompañada de las dirigencias de los tres partidos que representa, con los que ha tenido algún roce al inicio de su candidatura. Sobre todo con el PRI, que gobernó el país durante más de 70 años y atraviesa una decadencia imparable, cada vez más engullido por el ascenso de Morena.
Gálvez compartirá con Sheinbaum algunos destinos en los primeros días de campaña, como Ciudad de México y Guadalajara. Pero además visitará Querétaro, Toluca y Mérida. Aunque tendrá solo dos o un evento por día, de acuerdo a la agenda difundida hasta ahora. La candidata ha asegurado este jueves que sus ejes de campaña serán la seguridad, la salud, el agua y la economía. Cualquiera de las dos candidatas no representan, en todo caso, ningún sobresalto en comparación con otras elecciones recientes en la región. Por ejemplo, el caso de Argentina y el ascenso al poder del ultraderechista Javier Milei.
El tercero en la boleta el 2 de junio será Álvarez Máynez, el candidato accidentado. Su candidatura no estaba en los planes iniciales de Movimiento Ciudadano, que primero intentó mandar a Samuel García, el gobernador de Nuevo León. Ante la posibilidad de que la oposición se quedara con el gobierno estatal frente a la ausencia de García, el partido naranja decidió bajarlo de la contienda, a pesar de que aspiraba a sacar por lo menos una cifra de dos dígitos. El rifirrafe acabó dejando malparado al partido, que eligió al diputado como su representante en la pelea presidencial. Las encuestas, sin embargo, no han sido generosas con el único hombre en la competencia. Las más bondadosas le dan apenas un 5% o 6% de intención de voto.
Álvarez Máynez y su partido han intentado vender la idea de que son la nueva política, como contraposición a los políticos de siempre. Pero los traspiés sufridos, como la filtración de un video en el que se le ve de fiesta y maldiciendo, les dejaron mal parados. No han logrado repuntar desde entonces. La agenda electoral del candidato comenzará el fin de semana en Sonora, con un brunch con jóvenes, un encuentro con jornaleros agrícolas, y luego una actividad deportiva nuevamente con jóvenes, el electorado que más esperan conquistar.
La primer parada colectiva en la campaña que arranca este viernes será el 7 de abril, fecha en la que los tres contendientes participarán del primer debate presidencial. Luego tendrán dos encuentros más, el 28 de abril y el 19 de mayo. Lo que queda hasta la definición será ahora sí sin las restricciones con las que lidiaron en los últimos nueve meses, cuando no era legal hacer campaña y se la pasaron —principalmente Morena y el frente opositor— siendo denunciados ante el árbitro electoral. Para los próximos 90 días, intensos seguramente, como ha dicho Gálvez, comienza la cuenta regresiva.
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