La política de austeridad del Banco de México concentra el poder en la Gobernadora

La Gobernadora, Victoria Rodríguez, ha implementado una estrategia de congelación de salarios. Varias salidas de altos cargos no han sido reemplazados y la dirección busca fusionar direcciones

Victoria Rodríguez en abril de 2023, en Ciudad de México.Galo Cañas Rodríguez (Cuartoscuro)

El Banco de México se ha ido transformando bajo el mando de la Gobernadora Victoria Rodríguez de manera que hay menos directores y se han adelgazado las capacidades, según confirman a EL PAÍS dos fuentes con conocimiento directo. Cambios paulatinos han creado de facto una estructura más vertical que concentra el poder arriba y generan ahorros, en línea con el deseo del presidente Andrés Manuel López Obrador.

En 2019, el m...

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El Banco de México se ha ido transformando bajo el mando de la Gobernadora Victoria Rodríguez de manera que hay menos directores y se han adelgazado las capacidades, según confirman a EL PAÍS dos fuentes con conocimiento directo. Cambios paulatinos han creado de facto una estructura más vertical que concentra el poder arriba y generan ahorros, en línea con el deseo del presidente Andrés Manuel López Obrador.

En 2019, el mandatario anunció que se recortarían los salarios de todos los funcionarios en el Gobierno así como en entes autónomos, por lo que el Banco de México y algunos reguladores se ampararon. Si bien evitaron el recorte, sus salarios han estado congelados desde entonces y perdieron, además, un bono por productividad que se pagaba de manera anual. Esto llevó a una sangría de funcionarios entre 2019 y 2020. Además, en los últimos tres años, los funcionarios con puestos de gerencia para arriba han visto una pérdida de poder adquisitivo, ya que los sueldos no han subido acorde a la alta inflación.

Esto se ha percibido dentro del organismo como presión para renunciar a sus trabajos, razón por la cual algunos directores han dejado sus puestos. Los directores que han salido desde que llegó Rodríguez en enero de 2021 no han sido reemplazados. Como consecuencia, la estructura del banco central ha ido cambiando de manera que Rodríguez delega menos decisiones. Además, Rodríguez ha propuesto fusionar algunas de las direcciones, de manera que se pierden capacidades dentro del banco. Consultado por este diario, el Banco de México no ha dado respuesta al respecto.

El Banco de México tiene como objetivo principal preservar el poder adquisitivo de los mexicanos, es decir, contener la inflación. Con este vienen dos tareas necesarias, incluyendo proveer al país de su moneda y preservar el sistema financiero en buena salud. Históricamente, los gobernadores del banco han tenido estilos distintos de trabajar. Mientras Agustín Carstens (2010 a 2017) solía concentrar muchas de las decisiones, Alejandro Díaz de León (2017 a 2021) solía colegiar las decisiones entre los miembros de la Junta de Gobierno y tomando en cuenta el análisis de sus directores. Esto aplica no solo a temas de política monetaria, sino también a decisiones administrativas.

El estilo de Rodríguez ha sido más parecido al de Carstens, pero las fuentes aseguran que la Gobernadora va más allá. De por lo menos 13 directores que reportan a ella, Rodríguez busca fusionar algunas direcciones de manera que solo queden unos pocos. El objetivo es el ahorro, más que la concentración de las decisiones y la percepción de fuentes internas, es que la Gobernadora busca lograr el objetivo del presidente López Obrador de reducir el gasto del banco central, el cual no logró hacer por decreto durante su primer año en el poder. La consecuencia es un debilitamiento en las capacidades técnicas y especializadas del Banco de México, el cual debe reaccionar rápidamente a eventos impredecibles en los mercados y choques exógenos.

Estos cambios han llamado la atención de exfuncionarios y especialistas, quienes han advertido que la labor de comunicación del Banco de México se ha deteriorado. Una de las direcciones que se han mantenido vacantes bajo Rodríguez es la de Comunicación. En una entrevista reciente con el medio especializado Arena Pública, el exfuncionario Alejandro Werner se declaró crítico de la institución y dijo que veía problemas.

“Hoy el Banco de México es un banco muy silencioso, que no da señales más allá de los reportes oficiales y creo que eso sí nos puede llegar a costar cuando las cosas salgan de manera diferente a lo que esperemos y haya muy poca credibilidad en lo que dice”, dijo el exsubsecretario de Hacienda al medio. “El Banco de México ha perdido mucho liderazgo en la conducción macrofinanciera del país y puede costarnos en un episodio de turbulencia”, agregó.

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