Voluntarios dan refugio a las abejas polinizadoras solitarias en Ciudad de México
Un proyecto está instalando prototipos de casitas en distintos puntos de la ciudad para proteger a las especies nativas
EL PAÍS ofrece en abierto la sección América Futura por su aporte informativo diario y global sobre desarrollo sostenible. Si quieres apoyar nuestro periodismo, suscríbete aquí.
México es el segundo país con mayor diversidad de abejas nativas, con 2.100 especies, y alberga el 10% de ellas a nivel mundial, según datos de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio). Ese es uno de los mensajes clave que da Ángel Velázquez, arquitecto y uno de los integrantes de Refugio, el proyecto que creó las casitas de madera para abejas polinizadoras nativas solitarias.
En el taller Creación de un Jardín para Polinizadores Nativos, los integrantes de Refugio enseñan a los estudiantes y profesores de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) en la Ciudad de México la diferencia de las abejas nativas y las abejas exóticas como las europeas que llegaron al país.
El proyecto Refugio instaló sus primeros prototipos de casitas en el Huerto Tlatelolco, centro educativo y de producción agroecológica para la comunidad local y extendida, un espacio donde las personas plantan frutas y verduras para su autoconsumo, así como plantas nativas como salvia mexicana y jardines polinizadores.