México impone aranceles de hasta el 210% a las importaciones de azúcar
El Gobierno respalda el impuesto en la “obligación” de implementar mecanismos para estabilizar a la industria nacional
El Gobierno de México ha presentado este lunes un decreto por el que impone aranceles de entre el 156% y el 210% a las importaciones de azúcar al país. El impuesto, que entrará en vigor el martes, afectará a los productos provenientes de los países miembros de la Organización Mundial del Comercio. “El Gobierno Federal tiene la obligación de implementar los mecanismos necesarios que generen estabilidad en los sectores de la industria nacional”, expone el escrito publicado.
El azúcar líquida refinada y el azúcar invertido son los productos más afectados por el gravamen, con el 210,44% a su importación. El resto de azúcares, como el de remolacha o los de caña, verán un aumento del 156%. El Ejecutivo de Claudia Sheinbaum expone que el arancel de importación vigente no favorece a la agroindustria del país “dada la caída de los precios internacionales” del producto, “por lo que se considera necesario modificar los aranceles específicos”.
El decreto respalda la tasa en el Plan México, la iniciativa que establece la necesidad de fortalecer la industria nacional. “La modificación de aranceles constituye una herramienta para proteger a los sectores productivos frente a distorsiones del comercio internacional”, subraya.
El nuevo impuesto preveía aumentar a partir de 2026, con una nueva tasa adicional para las alternativas sin calorías endulzadas con edulcorantes. Pero en el decreto de este lunes no hay referencias a este asunto. El actual Gobierno también ha declarado la guerra a los refrescos con una propuesta para el Paquete Económico 2026, que contempla un aumento a la cuota de las bebidas azucaradas hasta los 3,08 pesos por litro –un aumento significativo respecto a los 1,64 de este año–. Con ese aumento en las bebidas azucaradas, el Ejecutivo prevé recaudar unos 41.000 millones de pesos en 2026, que serán, según defienden, destinados totalmente al presupuesto en salud.
Es una de las maneras por las que el Ejecutivo busca disminuir el consumo de este tipo de productos azucarados. Una medida iniciada por la necesidad urgente de frenar la epidemia de obesidad, diabetes y enfermedades cardiovasculares que azota a México y que en los últimos años ha visto un aumento. De acuerdo a los datos del Inegi de 2022 –último dato presentado– la obesidad afectaba al 13,6% de los niños, al 16,1% de los adolescentes y al 41% de los adultos.