Detenido en Tijuana Jorge Antonio Sánchez, el exagente del Cisen vinculado al ‘caso Colosio’
Es la segunda ocasión en que Sánchez Ortega es detenido. La primera fue horas después del homicidio de Luis Donaldo Colosio, ocurrido en marzo de 1994
La Fiscalía General de la República (FGR) detuvo la tarde del sábado en Tijuana a Jorge Antonio Sánchez Ortega, un exagente del extinto Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN). Sánchez Ortega ha sido considerado desde hace décadas como el presunto segundo tirador en la escena del asesinato de Luis Donaldo Colosio Murrieta, el candidato presidencial del PRI en 1994. Las autoridades mexicanas no han revelado los detalles sobre la aprehensión de este fin de semana, aunque versiones de la prensa local indican que obedecía a una orden de aprehensión federal.
El arresto de Sánchez Ortega se produjo sobre las 17.00 horas en Los Reyes, un barrio 13 kilómetros al sur de Lomas Taurinas, el sitio donde ocurrió el famoso homicidio de Colosio en marzo de 1994 durante la campaña presidencial de ese año. La tarde de ese día fue la primera ocasión en la que Sánchez Ortega fue detenido. Su presencia en la escena del crimen y sus prendas salpicadas con la sangre del político lo convirtieron en uno de los principales sospechosos. Horas más tarde, daría positivo en la prueba del rodizonato de sodio, que rastrea residuos dejados por el accionar de una arma de fuego.
La entonces PGR, hoy Fiscalía, lo liberó el 24 de marzo, un día después del atentado, después de concluir que el disparo que acabó con la vida de Colosio había salido de la pistola de Mario Aburto, el homicida confeso del excandidato. Aburto sigue hoy en prisión gracias a una decisión de la Suprema Corte y a pesar de haber ganado un amparo con el que hubiese recuperado su libertad después de 30 años en prisión.
Tras décadas en el olvido y que el caso Colosio se considerase cosa juzgada, el nombre de Sánchez Ortega volvió a colocarse bajo los reflectores en 2024 gracias a la Fiscalía y al entonces presidente Andrés Manuel López Obrador. El mandatario aseguró en julio de ese año que el Poder Judicial se negaba a emitir una orden de captura contra el antiguo oficial de inteligencia. El líder de Morena insistía que Sánchez Ortega había sido señalado desde hace décadas como segundo tirador en el magnicidio y que había recibido la protección del Estado para no figurar en la investigación.
La Fiscalía informó en enero de 2024 que contaba con elementos suficientes para reforzar la teoría del segundo tirador en el mitin de Colosio del 23 de marzo. Los encargados de la pesquisa aseguraron entonces que contaban con un “gran acervo de pruebas” con las que podían implicar a Sánchez Ortega con el homicidio. El anuncio era un giro de 180 grados respecto a la posición de la misma PGR, que había liberado al sospechoso precisamente por falta de elementos y después de tomarle la declaración. A pesar de este supuesto cúmulo de ingredientes inculpatorios, un juez de distrito se negó a otorgar entonces una orden de aprehensión contra el agente del Cisen.
La FGR y López Obrador han vinculado a Genaro García Luna, el exsecretario de Seguridad de Felipe Calderón en la trama del asesinato de Colosio. Los funcionarios que han dado nuevo oxígeno al magnicidio argumentan que García Luna, que entonces era subdirector de Operaciones del Cisen, tuvo una responsabilidad para “encubrir y sacar [a Sánchez Ortega] de Tijuana de manera urgente”. García Luna fue sentenciado en octubre de 2024 a 38 años de prisión por narcotráfico y delincuencia organizada por la Justicia estadounidense.
De acuerdo al expediente en manos de la Fiscalía, el agente del Cisen recibió la orden de seguir el mitin de Colosio apenas tres horas antes de que el candidato aterrizara en Tijuana. Sánchez Ortega, nacido en Sinaloa y asentado en Tijuana, apenas llevaba siete meses en el centro de inteligencia. Un día más tarde, ya como sospechoso del homicidio, el agente habría declarado que la mancha de sangre en sus ropas se debió a haber cargado el cuerpo del candidato. También aseguró entonces que no había disparado un arma en más de dos años. Hoy tendrá que volver a enfrentar esas acusaciones.