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La periodista Ana Francisca Vega.Foto: Carlo Echegoyen | Vídeo: EPV

Videoanálisis | Sheinbaum ante la tragedia: entre la empatía y la vieja tentación

El trágico saldo que han dejado las lluvias de los últimos días reveló dos facetas de la presidenta que hasta ahora no habían quedado tan expuestas, o al menos no con la claridad con la que lo hicieron esta semana

La primera, positiva. A diferencia de su antecesor, Andrés Manuel López Obrador, quien solía excusarse de acudir a zonas de desastre con el argumento de “cuidar la investidura presidencial” y evitar “emboscadas mediáticas”, Sheinbaum decidió ir. Estuvo en comunidades afectadas, escuchó reclamos, enfrentó la frustración y buscó transmitir su mensaje. Dio la cara. Puede parecer lo mínimo —y lo es—, pero durante el sexenio pasado ni siquiera eso se consideraba necesario cuando el escenario no era cómodo o controlable. En ese sentido, su presencia física es también una señal política: una presidenta que entiende el valor simbólico de estar, incluso cuando el entorno es hostil.

Sin embargo, la segunda faceta deja un sabor amargo. En medio de la tragedia, la presidenta arremetió contra los medios que señalaron la falta de previsión y la ineficaz respuesta de los gobiernos locales ante las alertas de la CONAGUA. En la mayoría de los estados más afectados, las advertencias fueron minimizadas o ignoradas hasta que ya era demasiado tarde. Mencionarlo no es, como ella dijo, un acto de ruindad. Es periodismo. Preguntar por qué fallaron los sistemas de alerta o por qué las autoridades tardaron tanto en evacuar no es una ofensa, es una obligación.

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