Condenados cuatro militares por la masacre de cinco jóvenes en Nuevo Laredo
En febrero de 2023, Wilberto, Gustavo Ángel, Jonathan, Alejandro y Gustavo festejaban que uno de ellos iba a ser padre cuando fueron acribillados por el Ejército
La justicia ha llegado para Wilberto, Gustavo Ángel, Jonathan, Alejandro y Gustavo. Los cinco jóvenes fueron acribillados por elementos de la Secretaría de Defensa la madrugada del 26 de febrero de 2023, cuando festejaban que uno de ellos iba a ser padre. Iban en una camioneta con otros dos jóvenes —que sí sobrevivieron— por Nuevo Laredo (Tamaulipas) cuando fueron emboscados por patrullas militares. Este lunes, un juez federal ha condenado a cuatro uniformados del 16º Regimiento de Caballería Motorizada por homicidio calificado y homicidio calificado en grado de tentativa.
Han pasado dos años desde que Gustavo Ángel Suárez comunicó feliz a su familia y amigos que su esposa se había quedado embarazada. Tenía 21 años, vivía a caballo entre San Antonio (Texas, Estados Unidos) y Nuevo Laredo y hacía apenas un mes que había pagado el enganche de una camioneta. Su padre, Humberto Suárez, contó a EL PAÍS cómo recibió la noticia: “El sábado él me llamó y me dijo que si le regalaba un pescado. Yo le dije que sí y él me dijo ‘¿sabes qué? Vas a ser abuelo’. Andaba bien chiflado”, se reía el hombre de la alegría de la noticia.
Esa noche, Gustavo Ángel y seis amigos (Wilberto Mata, Jonathan Aguilar, Alejandro Trujillo,Gerardo y los hermanos Gustavo y Alejandro Pérez) salieron a un antro a celebrarlo. Regresaban en la camioneta nueva cuando se les atravesaron los militares. Fueron perseguidos por al menos tres vehículos del Ejército mexicano. Una de las camionetas castrenses chocó contra la de los jóvenes por detrás y, acto seguido, los soldados empezaron a disparar. Los acribillaron sin mediar palabra.
“Cuando ya salí de la camioneta, escuché que los militares decían, ‘¡mátenlo, mátenlo!’ Me pusieron pecho a tierra. Luego aún escuché dos disparos más, y ya al rato vi a mi hermano tirado en el piso”, narró Alejandro Pérez, que sobrevivió al ataque. Tras los primeros disparos, los militares se acercaron a los jóvenes. “Alcancé a ver cómo un elemento le disparó a un compañero que ya estaba herido. Él pedía una ambulancia, pero un elemento militar le disparó de nuevo”, declaró Pérez, que vio morir a su hermano, “luego me preguntaron si quería vivir o morir y yo les respondí que quería vivir. Y ellos me dijeron que me declarara culpable, mientras ellos me grababan en vídeo. Que dijera que íbamos huyendo, lo cual no es verdad”.
Esa grabación no ha marcado diferencia en el juicio, donde se ha sentenciado a Agustín ‘N’, Bernardo ‘N’, Jorge ‘N’ y Juan Carlos ‘N’, todos ellos con grado de cabo de caballería y quienes comparecieron en la audiencia por videoconferencia desde una prisión militar. Ha sido clave para la resolución del juez el testimonio del capitán, Elio Conde, quien afirmó que “los cuatro cabos dispararon sin existir una orden superior de por medio”. El juez federal Juan Gonzaga Sandoval, del Centro de Justicia Penal Federal de Reynosa, ha considerado que no existió ninguna razón válida para la agresión. La próxima semana se conocerán las penas para los sentenciados.