Las autoridades detienen al presunto pistolero que mató al comisario Milton Morales, mano derecha de García Harfuch
El jefe de policía de Ciudad de México, Pablo Vázquez, anuncia la captura de otras cinco personas, por planear, ejecutar y tratar de borrar huellas del atentado. Ya hay nueve detenidos. Otros dos hombres siguen prófugos
El jefe de policía de Ciudad de México, Pablo Vázquez, ha anunciado este lunes la detención del presunto autor material del asesinato en julio de Milton Morales Figueroa, mano derecha del futuro secretario de seguridad federal, Omar García Harfuch, en sus años al frente de la policía de Ciudad de México. En un comunicado publicado igualmente este lunes, la policía de la capital señala que el detenido, Jorge Leonel N, alias Leo, capturado el 19 de septiembre, era parte de un grupo de al menos otras 10 personas, de las cuales hay ocho detenidas, relacionadas con un grupo criminal conocido como Cartel Nuevo Imperio, presuntamente vinculado al Cartel de Sinaloa.
“En el marco de sus actividades delictivas”, sigue el comunicado, “se presume que Alias Leo contrajo deudas económicas y a efecto de saldarlas fue convocado a ‘hacer un jale’ con el fin de privar de la vida a” Morales. El presunto autor material “radicaba en el estado de Hidalgo y cuenta con antecedentes penales en Ciudad de México por la comisión de diversos delitos. Estuvo interno en el Reclusorio Sur por el delito de robo y tras obtener su libertad participó en actividades delictivas relacionadas con robo de vehículos y delitos contra la salud”, completa el texto.
La policía de Ciudad de México, que había detenido a tres personas por el caso Morales hacía semanas, ha explicado que las detenciones han llegado por un trabajo conjunto con la fiscalía local, la de Hidalgo y la del Estado de México, entidad donde se produjo el atentado, a finales de julio. Además, colaboraron la secretaría de seguridad federal, la Armada y el Centro Nacional de Inteligencia (CNI). A los tres detenidos hacía semanas y a Alias Leo, se suma la detención de otras cinco personas. Dos de las cinco, Jesús Octavio N, alias Pinto, y Juan Carlos N, acompañaron a Leo el día del asesinato. El primero conducía y el otro acompañó al presunto homicida en tareas de vigilancia, previas al atentado.
Coordinador General de la Unidad de Estrategia Táctica y Operaciones Especiales de la policía de Ciudad de México, Morales era integrante de la camada Harfuch, hombres y mujeres que ascendieron en la corporación capitalina en los últimos cinco años, de la mano del exjefe de policía, caso también, por ejemplo, del futuro titular del CNI, Francisco Almazán Barocio, que hasta hace unas semanas encabezaba la Policía de Investigación de la Fiscalía local. Asesinado cerca de su casa, en Coacalco, en el Estado de México, Morales había estado al frente de investigaciones delicadas y de alto impacto, caso del atentado contra el popular periodista Ciro Gómez Leyva, en diciembre de 2022, o la desaparición del exfutbolista de Pumas Diego Rodríguez, alias Kalusha.
Cosa extraña por la cantidad de datos incluidos, el comunicado de la policía local da datos del resto de detenidos, todos capturados entre el 19 y el 21 de septiembre. Destacan los casos de Raúl N, alias Racafa, y José Manuel N, alias El Manu y/o El 16, que habían sido detenidos el año pasado por narcotráfico y portación de amas de fuego, en un operativo dirigido por Morales. En el marco de ese operativo, los investigadores ubicaron “inmuebles ubicados en las alcaldías Miguel Hidalgo, Iztacalco y Benito Juárez de la capital, por presuntas actividades del grupo delictivo autodenominado ‘Cartel Nuevo Imperio”. Racafa y El 16, dice el comunicado, habrían facilitado varios escondites en Morelos al autor material y sus compinches, donde se reunieron antes y después del atentado. También les apoyaron con “despensas”. Por algún motivo, Racafa y El 16 estaban libres y fueron detenidos de nuevo el 20 de septiembre.
Entre los otros detenidos destaca también el caso de Rafael N, alias El Bombón, quien al parecer comandó el operativo desde las sombras. El día de los hechos, 21 de julio, El Bombón llegó al predio que fungió de centro de operaciones de la comitiva criminal, una bodega o taller mecánico en Tizayuca, en el Estado de Hidalgo. Lo hizo con una mochila con armas. Él y otro de los presuntos integrantes de la cuadrilla, Edgar Adrián N, alias El Manco, este prófugo, “dieron instrucciones a los otros probables implicados para que fueran por los vehículos en los que se trasladarían al municipio de Coacalco”, sigue el comunicado.
“El Bombón tomó una de las armas de la mochila negra y alias El Manco distribuyó el resto para llevar a cabo la agresión en contra de Morales”, continúa el texto, “indicándoles [que], ‘quien lo tenga más cerca, se avienta el jale. Tiene que quedar ese asunto hoy’. Una vez hecho el jale, nos regresamos hasta aquí. Yo le voy a estar avisando a Armando y una vez terminando les doy su lana”, añade. El tal Armando es parte de la primera tanda de detenidos, en agosto. Él y su hijo, prófugo, están señalados de operar parte de la logística del grupo criminal que atacó a Morales.
El caso de El Bombón resulta igualmente confuso, como el de Rafaca y El 16. El comunicado señala que el primero había sido detenido en 2021. Y que, estando preso, habían ejecutado otra orden de aprehensión en su contra, por el presunto asesinato de un guardia nacional en Iztapalapa. Esa nueva orden de captura fue producto del trabajo de Morales y su equipo. No está claro por qué un acusado del asesinato de un guardia nacional estaba en la calle, apenas un año después de que le acusaron del caso.