Las claves de la epidemia del dengue en México: el impacto de ‘Otis’, la crisis climática y la falta de campañas de prevención
En su manifestación más grave, el virus que se transmite tras la picadura de un mosquito infectado puede dar lugar a hemorragias potencialmente mortales
Los nuevos casos de dengue, la enfermedad que se transmite a partir de la picadura de un mosquito infectado con el virus, avanzan implacables en México y Latinoamérica. Si bien el foco de la epidemia de dengue a nivel nacional se concentra en Guerrero con más de la mitad de los casos y se disparó tras el impacto del huracán Otis, la ...
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Los nuevos casos de dengue, la enfermedad que se transmite a partir de la picadura de un mosquito infectado con el virus, avanzan implacables en México y Latinoamérica. Si bien el foco de la epidemia de dengue a nivel nacional se concentra en Guerrero con más de la mitad de los casos y se disparó tras el impacto del huracán Otis, la tendencia de los últimos cinco años demuestra que el aumento de contagios es una constante en todo el continente. Para Alfonso Vallejos, académico del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la UNAM, uno de los factores determinantes para explicar la alta incidencia del virus es la crisis climática, que propicia mejores condiciones para la supervivencia del mosquito de la especie aedes aegypti que transmite el virus. Vallejos refiere a la humedad, la cantidad de lluvia y la temperatura ambiental como claves para la aparición del mosquito en “tiempos del año donde no era tan común tener casos”.
Sofía Sánchez, investigadora de la Facultad de Enfermería y Obstetricia de la UNAM, coincide en que el aumento de las temperaturas a nivel global ha sido una condición necesaria para la prevalencia del aedes aegypti, sin embargo, suma otros factores como la falta de campañas de prevención para explicar el tamaño del brote actual. “El fenómeno climático no es un factor determinante, pero sí condicionante”, explica. Para la experta, el abandono en las campañas de prevención organizadas por el Estado que suelen incluir labores de fumigación terrestre e información para dar a conocer a la población cómo eliminar la proliferación de mosquitos ha influido en la epidemia en curso.
Consultada por este diario diez días después del impacto de Otis, Sánchez había previsto un aumento de enfermedades como el dengue y la hepatitis en la zona afectada y asegura que tras el paso del huracán en Guerrero, una declaración de alerta epidemiológica en las zonas siniestradas podría haber evitado el brote que aqueja al Estado y que lo posiciona como la entidad con mayor número de casos en el país, con 2.071 confirmados, lo que representa el 56% del total en México. “Los casos aumentaron al no haber una campaña intensa de prevención enfocada en el saneamiento de las comunidades, información a la población y suministro de agua potable. Todas estas acciones son importantes y si se hubieran hecho, los casos no se hubieran incrementado tanto”, explica. Vallejos coincide en que el brutal aumento en la incidencia del virus en Guerrero pudo haberse prevenido, mientras extrapola la falta de atención tras el desastre a Tabasco, Colima o Quintana Roo, los Estados con la frecuencia más alta detrás de Guerrero: “Lamentablemente no hay informes de cómo se están utilizando los recursos de todos los niveles de gobierno para combatir el dengue”, explica.
El peligro de enfermar de dengue por segunda vez
Si bien la mayoría de casos de dengue se consideran leves, la enfermedad puede evolucionar hasta convertirse en dengue grave, un padecimiento antes conocido como dengue hemorrágico y potencialmente mortal. La posibilidad de enfermar de dengue grave, que según la Organización Mundial de la Salud se caracteriza por choque, dificultad para respirar, sangrado grave y complicaciones en los órganos, aumenta con cada reinfección.
La razón de que la segunda infección de dengue sea más riesgosa que la primera se explica por los cuatro distintos virus del dengue, serotipos clasificados con un número (DEN-1, DEN-2, DEN-3 y DEN-4). Cuando una persona se contagia por un serotipo distinto al causante de la primera infección, sus probabilidades de enfermar gravemente aumentan. “El riesgo de la segunda infección tiene que ver con la respuesta inmunológica. Tras presentar la primera infección el organismo crea anticuerpos contra ese serotipo y cuando llega la segunda tiene lugar un choque inmunológico que puede alterar el sistema inmune y causar hemorragias y una descomposición metabólica severa”, explica Vallejos. Aunque en México el serotipo de mayor circulación durante esta epidemia es el DEN-3, la incipiente aparición de DEN-1 y DEN-2 en Estados de alta transmisión, como Guerrero y Baja California, podría significar una presión extra al sistema de salud. “El aumento de casos de dengue grave sí podría poner en predicamentos la atención médica en los hospitales de segundo nivel, con esta frecuencia que hemos visto en los últimos años”, asegura.
A mediados de febrero de 2024, la Organización Panamericana de la Salud lanzó una alerta epidemiológica a propósito del aumento de casos de dengue en América. La Organización llamó a los países de la región a intensificar los esfuerzos para controlar la reproducción del aedes aegypti, además de mantener una estrecha vigilancia en el surgimiento de nuevos contagios y facilitar el diagnóstico y tratamiento oportuno. Tras un 2023 en el que los casos de dengue en América alcanzaron máximos históricos con 4,5 millones de contagios y 2.340 fallecidos, la tendencia se mantiene en las primeras cinco semanas del año en curso, con 673.267 casos y 102 muertes. Se trata de un incremento de 157% comparado con el mismo periodo del año anterior.
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