El INE obliga a los partidos a postular a mujeres en cinco de los nueve Estados en disputa en 2024
Pese a la oposición de las fuerzas políticas, el árbitro electoral aprueba los criterios de paridad en el reparto de candidaturas, un punto clave en las negociaciones rumbo a las elecciones
Los partidos tendrán que postular a mujeres en al menos cinco de los nueve Estados que eligen gubernaturas en las elecciones de 2024. Así lo aprobó este martes el Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE). La decisión del árbitro electoral llega después de una accidentada sesión el pasado jueves e impacta de forma directa las negociaciones de las fuerzas políticas para acordar el reparto de candidaturas y será una de las claves pa...
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Los partidos tendrán que postular a mujeres en al menos cinco de los nueve Estados que eligen gubernaturas en las elecciones de 2024. Así lo aprobó este martes el Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE). La decisión del árbitro electoral llega después de una accidentada sesión el pasado jueves e impacta de forma directa las negociaciones de las fuerzas políticas para acordar el reparto de candidaturas y será una de las claves para definir quiénes estarán en la boleta en los próximos comicios. Los criterios de paridad han provocado reclamos en todo el espectro ideológico desde que fueron discutidos, tanto de Morena como de la oposición. Los inconformes aún podrán recurrir al Tribunal Electoral para impugnar la resolución.
La ley electoral establece que la mitad de las candidaturas deben ser para mujeres y la otra, para hombres. El meollo del asunto era que en 2024 hay nueve gubernaturas en disputa y no había acuerdo sobre si debían ser cinco mujeres o cinco hombres quienes fueran postulados al final por cada partido o coalición. Las comisiones de Prerrogativas e Igualdad de Género ya habían aprobado que se privilegiara la participación de candidatas en las votaciones. Pero cuando la propuesta llegó al pleno, una aparente confusión sobre lo que se iba a votar hizo que no se aprobara la semana pasada y desató los reclamos de los consejeros. Algunos reclamaron una “chicanada” y criticaron la conducción de la sesión a cargo de la presidenta Guadalupe Taddei.
Los criterios de paridad establecen que los partidos o coaliciones deberán de decidir en qué Estados competirán mujeres y en cuáles hombres antes del inicio formal de las precampañas. El proceso electoral empieza en seis entidades el próximo mes. En Ciudad de México, Yucatán y Jalisco, los partidos tendrán que avisar al árbitro electoral si postularán a hombres o a mujeres antes del 5 de noviembre. Tabasco, Guanajuato y Morelos también arrancan el mismo mes. Puebla, en diciembre. Mientras que Veracruz y Chiapas lo harán en enero. Las formaciones políticas también tienen que justificar su decisión ante las autoridades electorales y garantizar que “ninguno de los géneros sea postulado exclusivamente en entidades de baja competitividad”. Aún no está claro cómo se medirá la competitividad ni cómo se aplicará esto.
El gobernante Morena y el opositor Partido Acción Nacional, las dos fuerzas políticas más votadas del país, se han manifestado en contra de las directrices del INE, porque consideran que el árbitro se ha extralimitado en sus funciones al decirles cómo tienen que elegir a sus candidatos. Ese será uno de los argumentos principales en las previsibles impugnaciones que se presenten ante el Tribunal Electoral, que en una ocasión falló en contra de que el INE tuviera competencia para imponer esos criterios. El representante de Morena adelantó que no iba a impugnar.
La mayoría de los consejeros electorales defiende, en cambio, que hay un vacío legal en la materia y que eso los faculta a interpretar la ley para tener reglas más claras y saldar una deuda histórica con las mujeres. En las discusiones previas, la consejera Norma de la Cruz recordó que solo 16 mujeres han sido electas como gobernadoras en la historia del país. Dos más han sido interinas. Una de las diferencias clave entre el documento discutido la semana pasada y el que se aprobó es una argumentación más robusta de por qué el INE sí puede impulsar acciones afirmativas para impulsar la participación de las mujeres.
La ley de paridad añade una capa de complejidad en los procesos internos de los partidos y en la definición de sus estrategias para 2024. En este momento, las miradas se concentran en la contienda de Morena y sus aliados. El partido de Andrés Manuel López Obrador tiene previsto anunciar a las y los ganadores de las encuestas en los Estados el próximo 30 de octubre. Uno de los escenarios posibles es que algunos de los aspirantes más populares tengan que bajarse para garantizar un equilibrio entre hombres y mujeres. Tras bambalinas, muchos liderazgos políticos asumen que eso los hará menos competitivos.
El caso de Ciudad de México es el más notorio: hay una pelea intensa entre el exjefe policial Omar García Harfuch y Clara Brugada, la exalcaldesa de Iztapalapa. “No es solo quién gane la encuesta, también va a ser clave la perspectiva de género y quiénes son las mujeres más competitivas”, dijo Brugada la semana pasada en una entrevista con EL PAÍS. “Las mujeres ganamos elecciones y sabemos gobernar bien. No se debe estar pensando lo contrario”, agregó la aspirante. García Harfuch, puntero según la mayoría de las encuestas, dijo que acatará lo que resuelva la dirigencia. “Si alguien más resultara ganador en la encuesta yo voy a ser el primero en apoyar, y si también fuera por el INE por género, yo voy a ser el primero en apoyar”, señaló.
Los nuevos criterios no solo influyen en la decisión de Morena. El opositor Frente Amplio por México también tendrá que tomar en cuenta la paridad en las negociaciones de las tres formaciones que lo conforman: el PAN, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD). La polémica no es nueva. Este año, Coahuila y el Estado de México eligieron nuevos gobernadores y el oficialismo y la oposición nombraron a un hombre y a una mujer en cada caso. Entonces, muchos priistas cuestionaron la decisión de apostar por Alejandra del Moral como la candidata de la coalición en tierras mexiquenses, un feudo que el PRI no había perdido en casi 100 años y que entregó a Morena en los comicios de junio pasado.
El INE pidió también que se respetara el principio de alternancia de género respecto a las candidaturas que presentaron las fuerzas políticas en la elección de 2018. Algunos partidos reclamaron además que el árbitro electoral no está facultado para establecer los criterios de paridad porque, en algunos Estados (Puebla, Jalisco y Yucatán), ya hay leyes locales que rigen esta materia, al menos de forma transitoria. En caso de que el Tribunal Electoral confirme la decisión del INE, las autoridades electorales tendrán que dar el visto bueno al listado de candidaturas que presente cada coalición en un plazo de 48 horas.
Morena será el primero en demostrar cómo reaccionará a las nuevas reglas del juego democrático. La oposición tiene previsto arrancar la carrera interna por Ciudad de México hasta noviembre, en el inicio formal del proceso electoral. En la baraja electoral opositora para la capital suenan los panistas Santiago Taboada, Margarita Zavala, Lía Limón, Kenia López Rabadán; los priistas Adrián Ruvalcaba, Cynthia López y Mariana Moguel Robles, y los perredistas Víctor Hugo Lobo y Luis Cházaro, entre otros.
Los reclamos partidistas chocan con las cifras que dejaron las elecciones de 2018 en los nueve Estados que vuelven a votar gubernaturas en 2024, cuando todavía no se había aprobado la última reforma sobre paridad. Sólo dos mujeres fueron electas como gobernadoras: Claudia Sheinbaum en Ciudad de México y Martha Érika Alonso en Puebla. Sólo en la capital hubo más candidatas que candidatos: se postularon cinco mujeres y dos hombres. De los 50 candidatos a Gobiernos estatales, cuatro de cada cinco fueron hombres. En Chiapas y Yucatán, ninguna mujer participó en la contienda. Actualmente, hay nueve gobernadoras en los 32 Estados del país.
La mira está ahora puesta en lo que decida, en última instancia, el Tribunal Electoral y en el inicio formal de las precampañas, cuando se anticipa que entren en vigor los criterios de género para el reparto de las candidaturas. Ambas fechas serán clave para definir cómo se verá la boleta electoral en 2024.
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