El despiste durante una videoconferencia del IMSS que acabó en despido

No hubiera pasado de ser una anécdota más de esas que van a parar a las redes de no ser porque la grabación por error de unos pasatiempos amatorios sucedió en una reunión entre funcionarios

Instalaciones del Centro Médico Nacional Siglo XXI del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en Ciudad de México.Instituto Mexicano del Seguro Social

La imagen es, cuando menos, sorprendente. Se trata de una reunión virtual, una de esas que tanto se han multiplicado en las oficinas del mundo a partir de las restricciones a las que obligó la pandemia de covid-19. La pantalla está ocupada por filas de rectángulos que contienen los rostros de los participantes y permiten entrever unos pocos detalles del panorama de sus oficinas. Alguien habla. Otros lo escuchan. Una videoconferencia, pues, igual a las otras millones más que suceden cada día.

Sin embargo, en uno de los rectángulos de esta, en particular, suceden hechos fuera de lo común....

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La imagen es, cuando menos, sorprendente. Se trata de una reunión virtual, una de esas que tanto se han multiplicado en las oficinas del mundo a partir de las restricciones a las que obligó la pandemia de covid-19. La pantalla está ocupada por filas de rectángulos que contienen los rostros de los participantes y permiten entrever unos pocos detalles del panorama de sus oficinas. Alguien habla. Otros lo escuchan. Una videoconferencia, pues, igual a las otras millones más que suceden cada día.

Sin embargo, en uno de los rectángulos de esta, en particular, suceden hechos fuera de lo común. Los protagonizan un hombre de mediana edad y una mujer más joven. Ajena a la reunión, seguramente por el convencimiento erróneo de que la cámara de la computadora no está habilitada, la pareja se divierte con lo que son indudables frotamientos sexuales. Él permanece sentado y vestido. Ella se desviste parcialmente. Los demás asistentes se percatan. Alguien marca al teléfono de la oficina del hombre. La mujer sale de cuadro. El tipo, atónito, se acerca a su pantalla y, solo entonces, se da cuenta del error. Tardísimo.

La reunión quizá no hubiera pasado de ser una anécdota más de esas que van a parar a las redes, como tantas que tuvieron su día de gloria en los medios y acabaron en meme, de no ser porque era celebrada por funcionarios de Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Y porque el sujeto de la toma, identificado por el sistema de videoconferencias como Adrián Orduño Yáñez, era, hasta el viernes, era el subdirector administrativo del Centro Médico Hospital Siglo XXI, la joya de la corona del sistema público de salud de este país. Hasta el viernes porque, luego de que trascendiera la grabación de sus pasatiempos amatorios ejercidos en horario laboral, las autoridades del IMSS dieron a conocer un comunicado en que anunciaban que la institución daba por terminada la relación laboral con “el servidor público”. Al que, por cierto, no identificó por su nombre en el documento.

El nombre de Adrián Orduño Yáñez, sin embargo, ya había alcanzado los titulares hace no demasiado. En abril del año pasado, diversos medios en Yucatán publicaron informes de trabajadores del IMSS y de proveedores locales de la península que denunciaban una presunta red de corrupción. Allí fue mencionado Orduño, al que se identificaba como esposo de la por entonces delegada del instituto en Yucatán (y actualmente en el área oriente del Estado de México), Miriam Sánchez Castro (lo que derivó en que Orduño fuera el director honorario del voluntariado de la zona, puesto que suelen desempeñar los cónyuges de los delegados). Los acusaban de favorecer a sus propios proveedores. Aquellas quejas no pasaron a mayores, aunque fueron retomadas en los medios y las redes apenas saltó el novísimo incidente.

Fuera de estos episodios, el ya ex directivo del IMSS no había sido un personaje demasiado mediático. Es contador público por la no muy conocida Universidad Mexicana, tiene una maestría en el Instituto de Estudios Superiores en Administración Púbica (IESAP) de la Ciudad de México, y antes de ser promovido al Centro Médico Hospital Siglo XXI fungió como subdirector de administración del Hospital General Regional 200 en Tecámac, Estado de México. En aquel recinto, por cierto, fue entrevistado para una publicación institucional. En esa oportunidad dijo: “Gracias a la cultura laboral promovida por nuestro director hemos creído que sí puede haber un IMSS diferente, lo que ha motivado al personal operativo y directivo a realizar mejores prácticas…”. No cabe duda de que el IMSS puede ser muy diferente a lo que muchos pensaban. Y de que la cultura laboral ha motivado a realizar prácticas, tampoco cabe duda. Ya calificarlas como “mejores” queda al gusto de cada quien.

Adrián Orduño Yañez, subdirector del Hospital de Especialidades de Cardiología Siglo XXI durante la reunión virtual.RS

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