Del Tsuru a Red Bull, Azerbaiyán se vuelve el talismán de Checo Pérez

Hay quien decía que Checo Pérez hacía milagros con autos de segunda clase en la Fórmula 1 antes de llegar a Red Bull. Algo así como si se hiciera un hueco en los podios arriba de un pequeño Tsuru frente a monstruos mecánicos como los Mercedes o los Ferrari. Sobre un Force India logró en 2016 un tercer podio en Azerbaiyán, dos años después ya bajo el nombre de Racing Point logró ...

Hay quien decía que Checo Pérez hacía milagros con autos de segunda clase en la Fórmula 1 antes de llegar a Red Bull. Algo así como si se hiciera un hueco en los podios arriba de un pequeño Tsuru frente a monstruos mecánicos como los Mercedes o los Ferrari. Sobre un Force India logró en 2016 un tercer podio en Azerbaiyán, dos años después ya bajo el nombre de Racing Point logró lo mismo en esta pista. De alguna forma, Pérez mostraba que la pericia del piloto a veces podía a ganarle a la ingeniería, a los datos e, incluso, a la razón. Ya sobre un coche de élite como es el que Red Bull construye cada año ha exhibido todo su repertorio y capacidad. Este domingo ha alcanzado su sexta victoria en la F1.

“Creo que en la Fórmula 1 todos te observan no solo una carrera o un año sino durante muchos años. Y cuando ves lo que he hecho en los últimos años creo que estoy en una buena posición de lograr algo bueno para el futuro”, contó Pérez en 2018 al medio especializado FastMag. El tiempo le dio la razón. Tras pasar sus primeros y fulgurantes años en Sauber, sufrir la debacle de McLaren y de tener altibajos en Force India/Racing Point, Pérez tuvo su gran oportunidad con los de la bebida energética. La paciencia del mexicano y, sobre todo, sus 13 años en la élite le han valido para acostumbrarse a los podios, a la fiesta de champán y a la victoria.

Este Gran Premio de Azerbaiyán es uno de los puntos favoritos de Checo Pérez en el calendario de Fórmula 1. Ganó aquellos dos terceros lugares, además en 2022, ya arriba de un coche de alto nivel como el Red Bull, obtuvo un segundo lugar y, un año antes, obtuvo su primera victoria con su equipo actual. Ya este año, el piloto mexicano echó a su bolso de triunfos su primera carrera sprint ganada, pese a que en las clasificaciones no pudo superar a su colega Verstappen y a Leclerc.

El domingo, Pérez arrancó en la tercera posición. El primero que atacó fue Verstappen quien se lanzó sobre Leclerc y lo rebasó en la cuarta vuelta. El mexicano hizo lo propio frente al de Ferrari dos giros después. Cuando parecía que el bicampeón de la F1 se disponía a liderar la carrera, le pidieron cambiar de neumáticos. Instantes después los comisarios activaron un safety car, lo que benefició más a Checo Pérez y al resto de la parrilla para que cambiaran las llantas. Así, el héroe moderno de México se puso líder. Durante una hora de carrera, el latinoamericano mantuvo a raya a un Verstappen que estuvo incómodo durante el fin de semana. “Presionamos al máximo hoy, los dos [Verstappen] le pegamos al muro varias veces, pero lo mantuvimos bajo control”, contó el mexicano tras la carrera. Así también agranda su apodo del rey de las calles al sumar otro triunfo en un circuito callejero.

El mexicano supo aguantar el embate de su compañero, a quien mantuvo a distancia de tres segundos. La diferencia con el tercer lugar, Leclerc, fue de hasta 18 segundos, una brecha bestial para los parámetros de este deporte motor. Red Bull domina el campeonato de constructores. Entre Verstappen y Pérez solo hay seis puntos de diferencia, principales rivales para pelear el título mundial.

Suscríbase aquí a la newsletter de EL PAÍS México y reciba todas las claves informativas de la actualidad de este país