Seis días sin noticias de los mineros atrapados en Coahuila: lo que se sabe hasta ahora
Un rescatista del Ejército ha descendido sobre las dos y media de este lunes a los pozos, pero ha salido minutos después sin novedades
La situación se tensa con cada minuto que transcurre sin noticias en la mina de carbón colapsada de Sabinas, Coahuila, en la que el pasado miércoles 10 mineros quedaron atrapados por un derrumbe. Sus familiares, cada día más desesperanzados, todavía esperan volver a ver con vida a los obreros, pero el rescate se prolonga sin que se produzcan progresos palpables. Sobre las dos y media de la tarde del lunes un soldado del Ejército ha descendido al interior de los pozos...
La situación se tensa con cada minuto que transcurre sin noticias en la mina de carbón colapsada de Sabinas, Coahuila, en la que el pasado miércoles 10 mineros quedaron atrapados por un derrumbe. Sus familiares, cada día más desesperanzados, todavía esperan volver a ver con vida a los obreros, pero el rescate se prolonga sin que se produzcan progresos palpables. Sobre las dos y media de la tarde del lunes un soldado del Ejército ha descendido al interior de los pozos durante unos minutos para inspeccionar su estado, pero esta primera expedición ha concluido sin ningún avance claro, según un miembro del equipo de rescate. El titular de la la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Luis Cresencio Sandoval, ha dicho este lunes que estiman poder empezar el operativo de rescate a mitad de esta semana.
Hace seis días, los jornaleros trabajaban en tres pozos a unos metros de Las Conchas, una explotación abandonada hace casi 40 años y llena de agua. Cuando picaban, se encontraron con una filtración del líquido, que en cuestión de segundos inundó los túneles. Cinco hombres, los que faenaban más lejos de la mina en desuso, pudieron salir. El resto quedaron bajo tierra. Esto es lo que se sabe por el momento sobre la situación:
Rescate con vida
Las probabilidades de rescatar con vida a los mineros disminuyen a cada minuto. Los 10 hombres llevan ya más de seis días atrapados a unos 60 metros de profundidad, sin comida ni agua potable, y en medio de una inundación que en su momento más alto alcanzaba casi un nivel de 40 metros de profundidad. La única esperanza que los expertos valoran —y que los familiares se repiten como un mantra— es que hayan encontrado una burbuja de aire donde poder resistir y esperar a ser salvados. No sería la primera vez que pasa. David Huerta, un exminero veterano, explicó a este diario que hace años otro grupo de mineros sobrevivieron a más de ocho días de derrumbe gracias a una burbuja de aire.
¿Cuándo saldrán los mineros?
No hay una fecha clara. Las últimas estimaciones hablan de mediados de semana, pero la información cambia constantemente. Este lunes al mediodía, un soldado del equipo de rescate ha descendido al pozo a comprobar el estado en el interior, pero esta primera expedición ha concluido sin ningún avance claro. Un equipo de al menos seis buzos de Sedena se encuentra en el lugar desde el jueves, pero todavía no se han internado en los túneles. Algunos expertos alegan que es peligroso porque no saben qué pueden encontrar abajo. En la noche del sábado al domingo, se introdujeron cámaras para comprobar el estado en el interior de los pozos que, de acuerdo con varias fuentes del equipo de búsqueda, mostraron que el agua “está en calma” y no se aprecian obstáculos. Un dron submarino especializado ha sido traído para intentar localizar a los 10 hombres. Los obreros supervivientes, que pudieron escapar durante el derrumbe, han realizado un mapa de los túneles indicando dónde vieron por última vez a sus compañeros atrapados.
Nivel del agua
El agua es el principal enemigo a batir en los pozos. El día del derrumbe rondaba los 40 metros de altura en pozos de 60 metros de profundidad. Desde entonces, la pregunta que más se repite en torno a la mina es: ¿a cuánta profundidad sigue el agua? Las autoridades llevaron al lugar 19 bombas especializadas para drenar el líquido, pero no todas están funcionando. Aun así, se están extrayendo 386 litros por segundo, según el Gobierno de Coahuila. Los reportes cambian cada poco tiempo, las autoridades se contradicen unas a otras y la información que llega de los equipos de rescate y expertos instalados en el lugar es opaca. Algunas fuentes que trabajan en las labores de salvamento aseguran que ya se encuentra por debajo de los 20 metros de altura en alguno de los pozos. El problema es que en Las Conchas hay un volumen ingente de agua, acumulada durante 40 años de abandono. A medida que extrae el líquido del pozo, vuelve a filtrarse, lo que dificulta enormemente el trabajo.
¿Quién conforma los equipos de salvamento?
Según las autoridades, hay más de 500 agentes entre equipos de rescatistas profesionales, ingenieros, especialistas en el tema. Participan miembros de distintas dependencias como el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS); la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STPS); Protección Civil; soldados de la Guardia Nacional; y la Sedena. Los familiares de los mineros, sin embargo, defienden que el trabajo manual y más pesado está siendo realizado por los compañeros de los obreros atrapados y otros miembros de la comunidad, que conocen la zona, los pozos y están acostumbrados a este tipo de accidentes.
Los mineros
Los 10 mineros atrapados, de entre 22 y 61 años:
- José Rogelio Moreno Morales (22 años) , hijo de José Rogelio Moreno Leija
- Ramiro Torres Rodríguez (24 años)
- Hugo Tijerina Amaya (29 años)
- Jorge Luis Martínez Valdez (34 años)
- Sergio Gabriel Cruz Gaitán (41 años)
- José Rogelio Moreno Leija (42 años), padre de José Rogelio Moreno Morales
- Mario Alberto Cabriales Uresti (45 años)
- José Luis Mireles Argüijo (46 años)
- Margarito Rodríguez Palomares (54 años)
- Jaime Montelongo Pérez (61 años)
Los familiares
El Ejército custodia un perímetro de seguridad al que no puede acceder nadie más que uno o dos familiares directos por minero atrapado. El resto —cuñados, tías, sobrinos, yernos, primas, amigas cercanas— vagan por los alrededores de la mina y resisten en campamentos improvisados con carpas. Duermen en sus coches, en sillas de plástico o sobre mantas en el suelo. Sin embargo, con cada día que pasa es menor el número de parientes que se ve en el lugar: las fuerzas para resistir a la intemperie se agotan, no se pueden permitir seguir faltando al trabajo, la esperanza se va acabando. Muchos ya no hablan de rescate con vida de los mineros, sino de recuperar los cuerpos para poder llevárselos a casa y enterrarlos.
Todos los familiares entrevistados denuncian que las autoridades de Sabinas apenas han ayudado en la logística, y son sus vecinos de los pueblos de alrededor quienes llevan y donan comida y agua. Los soldados han colocado vehículos y cercas con lonas negras para que no puedan ver lo que sucede en el interior del perímetro de seguridad, una acción que enfadó a los parientes. Su principal queja es la falta de información sobre los avances en el rescate —o la falta de ellos— por parte de los responsables. El domingo, durante la visita del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, los familiares le increparon y se generó una escena tensa con empujones y gritos entre ellos y agentes de la Guardia Nacional. Tras lo sucedido, se hizo un viral un video en el que una mujer, familiar de un minero, acusaba al mandatario de haber acudido solo para “tomarse una foto con mi dolor”. “Hay que comprender a las familias”, ha respondido López Obrador, “una señora me dijo algo, yo no lo tomo a mal, cuando uno es servidor público y hace las cosas pensando en los demás, cuando no se tiene problema de conciencia, se puede y además se debe pensar siempre en pagar una cuota de humillación”.
Responsables
La Fiscalía General de la República (FGR) ha abierto una carpeta de investigación sobre el derrumbe de la mina. La empresa titular de la explotación es la Minera Río Sabinas SA de CV, que fue vendida en noviembre de 2012 a Compañía Minera El Pinabete. Todos los testimonios consultados indican que uno de los dueños es Régulo Zapata Jaime, exalcalde del municipio de Sabinas. Él lo desmintió en un video en redes sociales, donde aseguró que solo trabajaba como asesor para la compañía. La información difundida indica que Cristian Solís Arriaga es el propietario del terreno donde ocurrió el desplome. Sin embargo, muchas de las voces cuestionadas al respecto señalan que Solís Agarra solo funciona como testaferro, como cabeza de turco en caso de que algo funcione mal.
Cristina Auerbach, una de las mayores expertas en minería de la región y activista en defensa de los derechos de los mineros, explica: “La concesión está a nombre de Pinabete y hay una empresa con el mismo nombre que tiene un contrato. Los dueños de Pinabete son los socios de Régulo Zapata, que fue alcalde de Sabinas. Al que están poniendo como dueño [Solís Agarra], que dicen que es el responsable, es un muchacho de 27 o 28 años, obviamente no es el dueño de la mina. Esto empezó cuando [el expresidente mexicano, Carlos] Salinas de Gortari privatizó la minería. La mayoría de las minas eran del Estado, y cuando el Estado las privatiza todos los minados viejos se le dan a los caciques locales. Son un pequeño grupo de familias que se quedaron con todo: a la vez son empresarios de carbón, ganaderos y alcaldes”.
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