“En México se han comprado armas y municiones menos letales sin saber para qué son”
Daniel Gómez-Tagle, experto en la industria de armamento epiletal, habla sobre el mercado latinoamericano, las fallas de los Gobiernos y los grandes del sector en la región
Daniel Gómez-Tagle es experto en el sector armamentístico, concretamente en el de armas menos letales o epiletales, como él las llama. “Cualquier artefacto puede ser mortal, depende de cómo lo uses”, defiende. Durante cinco años, de 2011 a 2016, trabajó en México y Centroamérica con Grupo Sniper, empresa que representa a una de las grandes fabricantes del sector, Safariland, dueña de gigantes como Defense Technology o Monadnock.
Gran conocedor de la industria, Gómez-Tagle dice: “Durante la última década, el gran mercado de las empresas americanas, las grandes...
Daniel Gómez-Tagle es experto en el sector armamentístico, concretamente en el de armas menos letales o epiletales, como él las llama. “Cualquier artefacto puede ser mortal, depende de cómo lo uses”, defiende. Durante cinco años, de 2011 a 2016, trabajó en México y Centroamérica con Grupo Sniper, empresa que representa a una de las grandes fabricantes del sector, Safariland, dueña de gigantes como Defense Technology o Monadnock.
Gran conocedor de la industria, Gómez-Tagle dice: “Durante la última década, el gran mercado de las empresas americanas, las grandes de la industria, fue México, y de ahí Centroamérica. Sudamérica muy poco, porque ahí está controlado por Cóndor. Aunque tienen presencia. En Bolivia y Chile está Combined Systems”.
El experto critica la lógica adquisitiva de las fuerzas de seguridad en América Latina, pendiente de una lógica cuantitativa más que cualitativa. “Se compra por volúmenes, mil municiones de un solo tipo, y nadie les explica y ellos tampoco averiguan. Luego, tampoco documentan su uso, que también es importante. Porque esa munición no te sirve para todos los escenarios. Entonces, lo usan y no funciona. Y como no funcionan la primera vez -porque no corresponden a la necesidad- no la vuelven a usar. Las dejan ahí, viene otra administración y dice, ‘ah tienen municiones, úsenlas’. Y pasa lo mismo, no funcionan, no las vuelven a usar y se quedan almacenadas. Hay municiones que tienen hasta 20 años, cuando las químicas caducan a los cinco”, señala.
Suscríbase aquí a la newsletter de EL PAÍS México y reciba todas las claves informativas de la actualidad de este país