Energías renovables y crisis climática: las claves de la reunión de John Kerry con López Obrador
El enviado de Biden viaja a México para profundizar el diálogo con el presidente, que niega preocupación por la reforma eléctrica: “Vamos a buscar formas de trabajar de manera coordinada”
La relación bilateral entre Estados Unidos y México tiene varios frentes abiertos, de la economía a la migración, y uno de los rasgos más transversales que definen esa agenda de trabajo es el compromiso medioambiental. La Administración de Joe Biden busca profundizar la cooperación con el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador frente a la crisis climática y sobre las energías renovables. Con ese propósito el enviado especial para el clima de La Casa Blanca, John Kerry, se reunirá este miércoles con el presidente mexicano para abordar cuestiones como las fuentes limpias, condiciones favorables...
La relación bilateral entre Estados Unidos y México tiene varios frentes abiertos, de la economía a la migración, y uno de los rasgos más transversales que definen esa agenda de trabajo es el compromiso medioambiental. La Administración de Joe Biden busca profundizar la cooperación con el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador frente a la crisis climática y sobre las energías renovables. Con ese propósito el enviado especial para el clima de La Casa Blanca, John Kerry, se reunirá este miércoles con el presidente mexicano para abordar cuestiones como las fuentes limpias, condiciones favorables para la inversión y el combate a la contaminación del gas metano.
Este viaje oficial es el segundo que el veterano dirigente demócrata realiza en menos de cuatro meses. Durante el primero, en octubre, aplaudió el “liderazgo” ambiental de la Cuarta Transformación por ideas como la reforestación de amplias áreas del sur del país, con las que López Obrador intenta paliar los flujos migratorios. En esta ocasión la visita se produce con un trasfondo político relacionado con la reforma eléctrica, a los que se añaden los acuerdos sellados a finales de año en la cumbre de líderes de América del Norte. El Departamento de Estado informó de que Kerry defenderá ante el mandatario y otros altos funcionarios gubernamentales como el canciller Marcelo Ebrard “las oportunidades para expandir la generación de energía renovable”.
El enviado de Biden, de hecho, ha aterrizado este martes en el Estado fronterizo de Baja California para supervisar avances en materia de electricidad. En la misma península, aunque en Baja California Sur, estuvo ayer y hoy el embajador estadounidense, Ken Salazar, con la misma meta: “Promover la alianza Estados Unidos-México para producir y utilizar tecnologías de energía limpia”. Y Ebrard ha presentado en la mañana un grupo de trabajo binacional para acelerar la electrificación del transporte en ambos lados de la frontera.
Todas estas son señales que hablan de la cada vez más intensa colaboración entre los dos países en este terreno. Pero al mismo tiempo, y sin ser el tema central del encuentro, la entrevista de este miércoles se produce mientras en Washington cunden las preocupaciones de los inversores y los lobistas por un posible cambio de regulación en materia energética que concede a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) el control mayoritario del mercado eléctrico. El embajador Salazar ha optado por jugar la carta del diálogo y la diplomacia, se ha reunido, entre otros, con el jefe de los senadores de Morena, Ricardo Monreal, y la semana pasada hasta lanzó públicamente unos elogios públicos a la reforma. Pero a falta del próximo paso, Kerry quiere promover las prioridades ambientales de la Administración de Biden.
López Obrador se ha mostrado muy optimista y asegura que hay mucho margen para el diálogo. “El señor Kerry es muy respetuoso. Y sí vamos a buscar formas de trabajar de manera coordinada. A nosotros nos importa mucho utilizar el agua, utilizar el sol, el viento”, ha afirmado durante su conferencia de prensa matutina al ser preguntado al respecto. El presidente ha negado rotundamente que exista preocupación por la reforma y que traten de presionar desde la Casa Blanca. “No, no, no. Son muy respetuosos los funcionarios del gobierno de Estados Unidos”, ha dicho al desgranar parte de la jerarquía del Gobierno demócrata, de Biden al asesor de Seguridad Nacional Jake Sullivan.
El mandatario mexicano ha dejado claro también que “hay facilidades para la inversión” y ha recordado que el objetivo del cambio de modelo es abaratar la factura de la luz. También ha rechazado que la CFE produzca energía obsoleta. “No, produce energías limpias y tiene una diversidad de fuentes para la generación de energía que no se tiene en otros países, tiene muchas posibilidades: desde el combustóleo, el gas, pasando por el agua, el viento, el sol”, ha mantenido antes de confiar en que la reunión irá muy bien. Hace tres semanas, la visita de la secretaria de Energía, Jennifer Granholm, se saldó con un comunicado en el que se leían dudas y reparos ante los planes de México. Pero la política está hecha también de sensaciones y de química y López Obrador ha insistido en su estima por Kerry. “Tiene una trayectoria política de primer orden, es muy estimado en Estados Unidos y es una gente decente, con el que nos llevamos bien”,.
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