Samuel García, el gobernador ‘influencer’
La veloz carrera política del joven mandatario (33 años) de Nuevo León ha sido propulsada por los códigos aspiracionales de la cultura de las redes y el apoyo del poder empresarial en la sede de las grandes fortunas mexicanas
En las apenas dos semanas que lleva en el cargo, al nuevo gobernador de Nuevo León ya le ha dado tiempo a anunciar la llegada de un millón y medio de vacunas contra la covid, pedir un crédito también millonario para pagar la deuda y ponerle un cargo honorífico a su esposa; reabrir después de más de un año los colegios y las estancias infantiles, y de paso, cambiar el escudo de la bandera del Estado; a...
En las apenas dos semanas que lleva en el cargo, al nuevo gobernador de Nuevo León ya le ha dado tiempo a anunciar la llegada de un millón y medio de vacunas contra la covid, pedir un crédito también millonario para pagar la deuda y ponerle un cargo honorífico a su esposa; reabrir después de más de un año los colegios y las estancias infantiles, y de paso, cambiar el escudo de la bandera del Estado; acusar a un familiar del exgobernador de extorsionar a los empresarios de los casinos y volver a acusar, también al exgobernador, de querer espiarle después de encontrar micrófonos escondidos en el despacho de su equipo.
Todo eso lo sabemos porque él mismo lo ha publicado al momento en sus redes sociales. Sus hazañas políticas y personales. Samuel García levantando pesas por la mañana y estudiando un doctorado en derecho constitucional por la tarde, Samuel Garcia pintando las paredes de su casa, abrazando perritos y presentando una marca de ropa con su esposa.
Una hiperactividad retransmitida en directo y en primera persona. Una ficción de cercanía entre líder político y ciudadanos, ahora transformados en seguidores y likes, que le ha aupado a ganar uno de los estados más ricos de México convirtiéndose además en el segundo gobernador más joven y fenómeno político emergente en tiempos de zozobra de la oposición ante la apisonadora de Morena. García (33 años) entró en 2014 en un partido (Movimiento Ciudadano) casi invisible en Nuevo León. Seis años después la formación manda en el Estado y en la capital, Monterrey, con una hornada de políticos jóvenes que aspiran a liderar una renovación generacional.
El estilo de la política como reality show es conocido. Donald Trump despedía funcionarios y lanzaba guerras comerciales a través de Twitter. El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, el más joven de América, utiliza compulsivamente la tecnología en su manera de entender el gobierno de un país como la gestión de una start-up. Ambas figuras comparten también una condición de outsiders respecto a las élites políticas tradicionales y una premeditada proyección como modelo aspiracional. Una fórmula muy parecida a la que ha calado en Nuevo León, el estado mexicano más influido por la cultura estadounidense del éxito a través del ascenso social y una cierta alergia a las ayudas del Estado.
Ahí encaja la figura de un joven abogado que, sin pertenecer a la aristocracia regia, hace un buen dinero en el despacho de su padre y salta a la política con gestos como donar parte de su sueldo al distrito donde había sido elegido. Se casa con una modelo e influencer y comienza a vender en las redes sociales imágenes prefabricadas de más éxito al estilo norteño: gritón, entrón, un carácter impetuoso y directo que contrasta con la marcada cortesía del resto de México.
La figura de Mariana Rodríguez es, según todas las fuentes consultadas para este perfil, decisiva en el meteorito Samuel García. Con 26 años y casi 2 millones de seguidores en Instagram se volcó en la campaña electoral de su esposo hasta el punto de ser investigada por presunta financiación irregular, desestimada finalmente al entender el tribunal que su apoyo en redes fue “espontáneo y propio de un matrimonio”. Entre Rodríguez y García muchas veces es difícil saber quién es político y quién influencer.
“Lo estaban preparando desde chiquito”
Los asesores del gobernador reconocen que hay una estrategia en integrar en la comunicación política esos códigos de la cultura adolescente de las redes, pero también dejan claro que ambos tienen mucha autonomía. “Tienen mucho espacio para hacer sus campañas. Los dos conocen muy bien los resortes de la comunicación porque son así. El Samuel que ves en los redes es auténtico. Ese es su superpoder”, dice Rafael Valenzuela, asesor externo durante años del partido MC. El entorno más cercano de García en Monterrey coincide en definirle como alguien acostumbrado a acaparar la atención desde muy joven.
Herman Triana (34 años), uno de sus amigos del colegio, dice que “era líder del grupo de amigos. Muy buen estudiante, popular con las chicas y muy responsable. Una vez, con 16 años, su padre nos había dejado el carro, pero solo para andar por la colonia y había una fiesta de unas niñas a un par de cuadras. Pero como ya quedaba fuera de la colonia Samuel prefirió no incumplir la orden de su padre a pesar de que nosotros le insistimos mucho”.
García creció en una zona residencial de una colonia acomodada del sur de Monterrey con sus padres y tres hermanos pequeños. Su amigo recuerda que su casa había pavos reales, patos y gallinas correteando por el jardín. También recuerda que cuando se quedaba a dormir con su amigo, a la mañana siguiente el padre les recibía con el periódico y un café “como si ya hubiese dado varias vueltas al día” y siempre les preguntaba por el colegio y las notas.
Otra antigua compañera de juventud, Karla Torres (35 años), regidora del ayuntamiento de Monterrey también por MC, subraya igualmente la figura del padre: “Le traía marcando el paso y fue un estudiante que siempre estuvo en el cuadro de honor, un niño modelo”. Además de las clases convencionales, los padres del joven Samuel metieron a su hijo una academia especial para estimular los supuestos talentos de los niños: concursos de debate, hablar en público. “Viéndolo con el tiempo, yo creo que lo estaban preparando desde chiquito”, recuerda su amigo.
Al entrar a estudiar Derecho en el Tecnológico de Monterrey, una exclusiva universidad privada, se distancia de sus amigos de la infancia. Continúan las buenas notas mientras trabaja con el padre como mensajero de los documentos del bufete. Tras acabar con varios posgrados y estancias en el extranjero entra como socio en el despacho familiar y el negocio despega. La familia y el despacho se mudan a San Pedro Garza García, el municipio con más renta per cápita de America Latina. En menos de cuatro años, da el saltó a la política, conoce a Mariana y arranca su carrera relámpago siendo el primer representante de MC en las instituciones del Estado. Diputado local, senador y gobernador en menos de seis años.
El origen de su trayectoria contó con el apoyo de una plataforma empresarial, Rescatemos Nuevo León, que en 2015 buscaba apuestas nuevas en medio del ciclo inaugurado por el entonces nuevo Gobernador, Jaime Rodríguez Calderón, un empresario ganadero conocido como El Bronco, el primer candidato independiente en México en lograr una gobernatura. Sede del poder empresarial mexicano, cualquier movimiento político en Nuevo León ha de contar con el beneplácito de las grandes fortunas. Un apoyo que mantiene García con la inclusión en su gabinete de pesos pesados de la patronal como el secretario de Economía, Iván Rivas, exdirector de Coparmex.
La candidatura de García contó también desde el inicio con el apoyo del principal periódico regional, El Norte. Aunque ya han arreciado las críticas desde algunas columnas apuntando los riesgos de tanta sobrexposición. “En tiempos de fake news y acelere digital, convertir el ejercicio de gobierno en un reality oxigena el medio ambiente, pero tiene sus peligros”, apunta Memo Martínez, consultor de estrategia de comunicación y marketing. “Lo bueno es que todas las acciones se transparentan y es una invitación, sobre todo para los millenial, a mirar por la cerradura de la puerta de la política. Los riesgos son que el impulso es más rápido que el pensamiento. Si todo el rato estás actuando, ¿cuándo piensas?”.
Esposos y socios
Las polémicas han acompañado al gobernador antes incluso de la campaña. En 2019, en una entrevista con un youtuber contó su dura experiencia de joven cuando su “papá” lo obligaba a jugar al golf a las seis de la mañana y no podía pasar su resaca tranquilo un sábado. En otra entrevista en las redes habló de “suelditos de 40 ó 50.000 pesos”. Y en agosto del año pasado, durante una transmisión en vivo con su esposa le exigió a Mariana que bajara la rodilla porque estaba “enseñando mucha pierna”.
La respuesta a aquellas polémicas fueron rápidas, sencillas y en el mismo formato. Otra lección de dominio de los códigos. De los primeros videos, culpó a la oposición de manipular los cortes editados de las entrevistas. En el segundo, reconoció que “las bromas machistas son una mala costumbre que tenemos muchos hombres y que nos tenemos que quitar”. Aquellos encontronazos no supusieron un gran coste. Más bien al al revés. Ya en plena campaña García los resucitó para darle la vuelta: “Te van a decir que sufrí mucho jugando golf, que soy un meme, que no me puedes tomar en serio, ¡Todo lo contrario!”.
Sus asesores hablan de “chilangocracia” para referiste a la corriente de opinión de la capital que, según ellos, atiza las polémicas contra el gobernador. Un nuevo ejemplo del conflicto centro-norte, otro de los ejes claves para entender el fenómeno político de García. “Nuevo León siempre ha sido un espacio de experimentación política y social. Nuestra cultura dual por la cercanía con EE UU y el desarrollo industrial y comercial nos lleva probar nuevos modelos ante el desgaste del sistema de partidos y la pérdida de legitimidad. Tuvimos el primer gobernador independiente y ahora tenemos al primero político influencer de Mexico”, apunta Jorge H. Berlanga, profesor de ciencia política de la Universidad Autónoma de Nuevo León.
Ante la poca penetración de Morena en Nuevo León, el partido oficialista tuvo que recurrir a una candidata que poco más de un año antes era uno de los cuadros estatales del PRI. Clara Luz Flores cayó además en desgracia tras la publicación de un vídeo con el líder de la macabra secta NXIVM. La pugna quedó limitada al PRI, cuyo candidato, Adrián de la Garza, fue penalizado con trabajo previo para el exgobernador acusado de corrupción Rodrigo Medina. Desde el PRI reconocen que “Samuel logró parecer diferente a los demás. Además de proyectar una imagen aspiracional: ser joven con éxito como él, tener una esposa como la de él”.
Entre los análisis que la oposición sobre su derrota, también aparece la figura de Mariana Rodriguez. Desde su entorno hablan de “sinergias” entre dos personalidades ambiciosas que tienen una relación de “esposos y socios”. Psicóloga de formación, muy joven empezó en el mundo del modelaje y el marketing con la venta de cosméticos de su marca. Tras la toma de posesión de hace dos semanas, su marido le ha reservado un puesto dentro del gabinete: titular de la oficina Amar a Nuevo León. Un cargo, eso sí honorífico, que abarcará desde temas de derechos infantiles, ayudas a pequeñas empresas o la protección animal.
García conquistó el poder en Nuevo León agitando la bandera de la nueva política ante las élites tradicionales. Una apuesta que pasa también por una cierta ambigüedad ideológica. Su partido, MC, se sitúa en el espacio cercano a la socialdemocracia europea, con una agenda social donde aparecen causas como el aborto, el matrimonio homosexual o la legalización de la mariguana. Unos asuntos por los que, de momento, ha pasado de perfil el nuevo gobernador, con un programa centrado más bien en la modernización de infraestructuras urbanas y un discurso anticorrupción.
El nuevo gobernador ha reconocido en todo caso que sus principales padrinos son dos exgobernadores: el priista José Natividad González y el panista, Fernando Elizondo, principal correa de transmisión con los empresarios. Ambos partidos controlan todavía el congreso estatal, uno de los mayores obstáculos a los que enfrentará García a la hora de sacar adelante sus proyectos. De fondo, corre la sombra del ya exgobernador, representante también de una hiperpresencia en los medios y un estilo directo alejado de los códigos convencionales de la política. En su acto de despedida, El Bronco acabó disculpándose ante “aquellos que tenían una expectativa mucho mayor a esto de mi accionar del gobierno”. El reto del nuevo gobernador influencer será cumplir con las promesas vendidas tanto el Palacio de Gobierno como en las redes sociales.
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