Alemania despoja de la medalla a los aguerridos mexicanos Juan Celaya y Yahel Castillo en clavados
México termina cuarto en el trampolín de los tres metros
Las madrugadas de clavados para México han sido gratas, reconfortantes. La de este miércoles estuvo cargada de frustración. La dupla mexicana de Juan Celaya y Yahel Castillo había actuado con tesón durante las seis rondas en las que tuvieron que salir del penúltimo lugar para alcanzar los primeros tres lugares. Era su oportunidad de sumar medalla. Los clavados, sin embargo, es un deporte de apreciación y los jueces no dejaron esc...
Las madrugadas de clavados para México han sido gratas, reconfortantes. La de este miércoles estuvo cargada de frustración. La dupla mexicana de Juan Celaya y Yahel Castillo había actuado con tesón durante las seis rondas en las que tuvieron que salir del penúltimo lugar para alcanzar los primeros tres lugares. Era su oportunidad de sumar medalla. Los clavados, sin embargo, es un deporte de apreciación y los jueces no dejaron escapar ningún mínimo error de los latinoamericanos. En la última ronda los mexicanos eran los terceros y, en el último salto, Alemania les sacó la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
En el primer salto los mexicanos estaban en el penúltimo lugar. En el segundo empataron en puntos junto a Italia y Gran Bretaña en la sexta posición. Esas primeras dos calificaciones mermaron a los mexicanos. En el tercero, cuando les permiten hacer clavados libres, se mantuvieron en solitario en el sexto lugar, pero la diferencia con el tercer lugar era de menos de dos puntos. El cuarto salto era el momento crucial con una dificultad elevada y los mexicanos escalaron hasta el cuarto lugar. Ya en el quinto sacaron del camino a los rusos, quienes en la ronda final tendrían una calificación de cero tras un grave salto. La última actuación de los tricolores hacia la fosa fue duramente calificada. Alemania necesitaba un salto perfecto y les salió uno casi perfecto, aunque necesario para el tercer lugar. Gran desempeño de los germanos Patrick Hausding y Lars Rudiger. Los chinos Zongyuan Wang y Siyi Xie se llevaron el oro y los estadounidenses Andrew Capobianco y Michael Hixon la plata.
El cuarto lugar de Celaya y Castillo se suma al bronce de Alejandra Orozco y Gabriela Agúndez, además de los dos cuartos lugares de Carolina Mendoza y Lolita Hernández y el de Kevin Berlín y Diego Balleza. México, pese a todo, se ha mantenido como el cuarto mejor equipo en todas las pruebas de los clavados.
El sargento Yahel Castillo (Guadalajara, 34 años) tenía pendiente alcanzar sus terceros Juegos Olímpicos. Su estreno, en Beijing 2008, terminó con un séptimo lugar. En las fosas del Mundial de clavados en 2011 se colgó una medalla de bronce junto a Julián Sánchez. La pareja también deslumbró en los Panamericanos en Guadalajara al ganar el oro en sincronizados; Castillo, además, fue el campeón en la ronda individual. Ambos también ganaron la plata en la Serie Mundial en 2012. Ya en los Juegos de Londres terminaron en séptimo lugar.
Castillo, que pertenece al Ejército mexicano, cayó en el charco de la depresión. El clavadista fue desairado por las autoridades mexicanas de la natación que prefirieron a Jahir Ocampo y a Rommel Pacheco para competir en Río 2016. Sin anunciarlo, Yahel Castillo se alejó de las fosas y se aproximaba al ocaso de su carrera. Por esos años también quedó fuera Juan Celaya (Monterrey, 22 años). Ambos aún se preguntaba si valía la pena competir.
Castillo y Celaya continuaron en los clavados y un selectivo en 2018 los juntó en los trampolines. “Le tengo un amor incondicional a los clavados, al trampolín, incluso Juan Celaya se ríe porque hay veces que beso al mismo trampolín y le digo: ‘Trátame bien que yo te voy a tratar bien”, contó a la agencia Notimex en 2019.
“Nuestro somatotipo [tipo de cuerpo] es muy parecido, nuestra técnica y estilo de hacer clavados. Entrenamos dos horas e hicimos una calificación de una pareja experimentada”, explicó Celaya en una entrevista con EL PAÍS. Las palabras se tradujeron en la medalla de oro en los Panamericanos de 2019 y después con el boleto a Tokio 2020.
Celaya se refugió en la Universidad de Luisiana tras quedar fuera de Río 2016. Probó suerte con distintas instituciones educativas para que le reclutaran como deportista-estudiante. Bajo otro esquema de trabajo se forjó para alcanzar el oro sincronizado con Castillo y el que ganó de manera solitaria.
Tokio 2020 se les escapó a los mexicanos Castillo y Celaya en el último salto. Un revés y otra lección por aprender. México, ansioso por coleccionar otro metal, encuentra consuelo en tener a los mejores clavadistas de América Latina.
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