Angélica María: “El ‘streaming’ cuesta entenderlo pero yo le estoy agarrando la onda”
La legendaria actriz regresa a la pantalla con ‘La casa de las flores’, la película de Manolo Caro que sigue la estela de su famosa serie
Angélica María, la leyenda de las telenovelas mexicanas, aparece al otro lado de la pantalla de la computadora sonriente y coqueta. Habla con mucho cariño y se le nota entusiasmada. Ha regresado al cine de la mano del director Manolo Caro, en un papel dentro de la película La Casa de las Flores, secuela de la exitosa serie producida por Netflix. Este retorno está lleno de importancia para esta mujer que comenzó...
Angélica María, la leyenda de las telenovelas mexicanas, aparece al otro lado de la pantalla de la computadora sonriente y coqueta. Habla con mucho cariño y se le nota entusiasmada. Ha regresado al cine de la mano del director Manolo Caro, en un papel dentro de la película La Casa de las Flores, secuela de la exitosa serie producida por Netflix. Este retorno está lleno de importancia para esta mujer que comenzó su carrera siendo una niña en la época de oro del cine mexicano, que triunfó en teatro y televisión, pero que ha tenido que enfrentarse a la injusticia del olvido que impone una industria que prioriza la juventud, porque a su edad (76 años), afirma, es difícil conseguir trabajo. Tanto así que confesó a la prensa mexicana que durante la pandemia tuvo problemas económicos por falta de contratos. “Ya no piensan en los viejos para trabajos importantes”, dice. Angélica María conserva la belleza y el don de gentes que conquistó a su pueblo, que la bautizó como la novia de México. Ella forma parte de ese Olimpo de grandes actrices mexicanas que han triunfado internacionalmente y del que también destacan nombres como el de María Félix, Silvia Pinal o Dolores del Río. Todas representan una época de gloria de una industria que tuvo una gran influencia cultural desde el Río Grande hasta la Patagonia. El rostro dulce de Angélica María se coló en millones de hogares latinoamericanos gracias a las telenovelas, de la que ella fue pionera con solo 17 años. Ahora la industria ha cambiado y ella se cuela en la era del streaming, con sus películas y series a la carta, porque a Angélica María le sigue gustando marcar el paso. “Todo lo que he hecho me trae sentimientos maravillosos, recuerdos sensacionales. Yo nací para hacer feliz a la gente”, afirma.
Pregunta. ¿Qué diferencia nota, como actriz, entre trabajar en aquella época de oro del cine mexicano y pasar ahora a la nueva era del streaming?
Respuesta. Yo trabajé con esos actores maravillosos, de los que aprendí tanto. Yo era la niña consentida de ellos. Hice todas esas películas de juventud y ahora me toca volver al cine. Esta esta vez me llena de orgullo. Me encanta. Me siento feliz. Fue algo sensacional. Es un cambio maravilloso y creo que soy una de las personas privilegiadas al poder estar viviéndolo. El streaming cuesta entenderlo, pero lo estoy viviendo y estoy tratando de agarrarle la onda. Ha sido divertidísimo. Adoro el cine. Entonces, cuando me llaman para hacer cine, como que voy a lo mío y que es lo que me gusta, a lo que estoy acostumbrada. Y ahora me toca hacer esta película con estos actores divinos que me trataron como si fuera yo la gran cosa, con un respeto que no era necesario. La verdad es que, aunque yo estoy viejita, me siento de la misma edad de ellos cuando estoy con ellos.
P. ¿Es difícil a su edad lograr trabajos importantes?
R. Sí, es difícil. Es muy difícil. Ya no piensan en los viejos para trabajos importantes. Te dan pequeñas partes, muy pequeñas partes. Y creo que los viejos tenemos bastante que decir y que tenemos experiencia y que podríamos hacer un buen papel.
P. Usted contó que el año pasado, debido a la pandemia, lo pasó mal económicamente, porque fueron canceladas sus presentaciones. ¿Ha podido reponerse?
R. Creo que a todos nos pasó lo mismo, tuvimos que sacar el guardadito. Es difícil pasar tres, cuatro meses sin trabajar, sin cantar, que es de lo que vivo. Sí me afectó bastante, como a mucha gente, pero hay tantos que se han quedado sin trabajo, que no pueden volver a su trabajo. Yo al menos pude hacer algunas cosas: esta película y otra que saldrá a fin de año, que se llama Una Navidad no tan padre, con la que también me divertí muchísimo.
P. Son más de 70 años de carrera en una industria que es muy demandante, pero usted sigue hablando de su trabajo con mucha pasión, fuerza y alegría.
R. Sí es muy demandante, pero tiene tanto. Mira, yo nunca supe cobrar, en mi época no se cobraba casi nada, casi pagábamos por trabajar. Entonces, así en onda monetaria, a mí bien no me ha ido. Pero yo trabajé muchísimo y también ayudé a mucha gente, porque yo nací para vivir esto, para este estrés. Puede haber sido buena cocinera, por ejemplo, porque cocino rico, pero prefiero ser actriz. Esto es lo que me llena. Nací para sentir que estoy divirtiendo a la gente, para darles un ratito de distracción, de felicidad o para que lloren como desesperados por las novelas, las tragedias que he hecho. Sé que en otra cosa no sería mejor. No sé si soy buena o mala actriz, pero esto es lo que lo que me gusta hacer. Decía lo del dinero, porque no soy una mujer millonaria, pero sí soy millonaria en amor. Tengo un amor tan especial de la gente. Familias enteras que crecieron conmigo, crecimos juntos. Los abuelos les han pasado a sus hijos y a sus nietos el cariño por mí. No creo que haya premio mayor.
P. ¿Cómo se logra mantener una carrera de tantos años sin dejarse llevar por la vanidad, sin que la fama corrompa?
R. Hay mucha vanidad en esto, pero tienes que poner los pies en la tierra. Yo recuerdo que mi madre me dijo: ‘Oye, Angélica, cuidado, ¿eh? Tú respetas a la gente y le agradeces que te pida un autógrafo. Porque tú no eres nadie y eres alguien gracias a ellos’. Eso me lo dijo cuando tenía ocho años y se me quedó para toda la vida. Por eso siempre le agradeceré al público todo ese amor que me da y trato de darles todo el mío. Cuando yo me presento en cine, teatro o lo que sea, trato de hacerlo con todo lo que tengo para divertirlos. Sé que el público me quiere así, no solamente porque creció conmigo, sino porque tuve una carrera limpia, hecha a base de esfuerzo, de lucha, de trabajo. Sin escándalos. ¿Cómo no estar agradecida porque después de 71 años de carrera me sigan queriendo y la gente pague un boleto para verme cantar, o vayan a ver mi película? No, de veras, es una bendición.
P. ¿Cómo ve el cine mexicano de ahora?
R. Lo veo estupendo. Hay cosas estupendas. El cine mexicano ha estado siempre en una búsqueda constante, pero creo que ahora ya no tienen que buscar nada. Veo que ahora se hacen cosas espléndidas.
P. A pesar de los recortes. ¿Qué opina de los recortes que se han hecho al cine y a la cultura en general en el Gobierno del presidente López Obrador?
R. Esto no me parece bien para nada. El cine tiene el derecho de mostrar lo que es nuestro país, o lo que es nuestra vida. El arte expone lo que sientes, lo que tienes, lo que vives, lo que eres. No están bien los recortes, no deben ser. La cultura es lo más importante. No se puede ser un país idiota.
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