México extiende las reducciones de impuestos a la frontera sur para relanzar la economía
El Gobierno de López Obrador convierte a Chetumal en una zona franca y amplía los estímulos de la frontera norte hasta 2024
El Gobierno mexicano extenderá las reducciones de impuestos, que ya existían en la zona limítrofe con Estados Unidos, a la frontera sur. A partir de enero de 2021, el IVA pasará del 16% al 8% y el impuesto sobre la renta (ISR), del 30% al 20%. El municipio de Chetumal, en Quintana Roo, además será una zona franca. En la frontera norte, los estímulos ya existentes se extienden hasta 2024. El Ejecutivo de Andrés Manuel López Obrador, ...
El Gobierno mexicano extenderá las reducciones de impuestos, que ya existían en la zona limítrofe con Estados Unidos, a la frontera sur. A partir de enero de 2021, el IVA pasará del 16% al 8% y el impuesto sobre la renta (ISR), del 30% al 20%. El municipio de Chetumal, en Quintana Roo, además será una zona franca. En la frontera norte, los estímulos ya existentes se extienden hasta 2024. El Ejecutivo de Andrés Manuel López Obrador, alérgico a los retoques fiscales frente a la crisis del coronavirus, ha presentado este viernes la decisión como una palanca para relanzar la economía de una región con rezagos históricos.
Los beneficiados son 22 municipios en los Estados de Chiapas, Tabasco y Campeche que limitan con Guatemala. Chetumal, que tiene frontera con Belice, recibirá un tratamiento diferente. Además de aplicársele la reducción en el IVA y el ISR y estímulos a los tributos a la gasolina, común al resto de municipios fronterizos, disfrutará de exenciones al impuesto a las importaciones y al derecho del trámite aduanero.
Esta zona aislada del país tuvo un régimen tributario similar entre 1934 y 1993, año en que se aprobó el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá. Durante ese periodo, las importaciones estaban exentas del pago de aranceles. “Hay una aspiración histórica de añoranza de la gente de Chetumal de regresar a lo que fue el motor de su economía por muchos años”, ha declarado el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, durante la conferencia matutina.
El economista José Luis de la Cruz matiza el impacto que pueden tener estas medidas. “Puede generar incentivos para que las empresas que ya están instaladas en aquella región puedan mantenerse operando después de una crisis profunda. La disminución de la carga fiscal puede aliviar la situación presente y permitir que en los siguientes años pueda haber una reactivación. En el corto plazo, no creo que generen incentivos para trasladar más empresas a la región. Eso requiere de otros elementos como seguridad, infraestructura, energía...”, destaca.
Desde la campaña electoral, López Obrador puso el foco en el desarrollo del sureste, la zona más pobre del país. En la frontera sur, dos de cada tres mexicanos viven en una situación de pobreza, frente a la media nacional del 43%. “Tenía que haber algún mecanismo que facilitara ayudar a detonar la actividad económica, que fuera complementaria de programas e inversiones que el Gobierno ya está haciendo en la zona de la península”, ha destacado Herrera. La Administración ha lanzado proyectos como el Tren Maya y el programa Sembrando Vida, que da apoyos a agricultores a cambio de plantar árboles.
En cuanto a los 3.180 kilómetros de frontera con Estados Unidos, el Gobierno extiende una medida que firmó hace dos años, tras llegar al poder. Para animar la inversión, que llevaba meses en declive, el Ejecutivo decidió empezar a aplicar reducciones al IVA, ISR y estímulos al impuesto de las gasolinas. Los estímulos fueron acompañados de importantes aumentos al salario mínimo para los trabajadores de la zona, donde se concentra la industria maquiladora.
Los anuncios fiscales del Gobierno para ambas fronteras contrastan con el rechazo a estímulos en otros ámbitos. López Obrador se ha negado en redondo a reducir o condonar impuestos a las empresas ante el golpe de la pandemia, que hundió la economía un 17% en el segundo trimestre del año. Las Pymes se han tenido que conformar con la oferta de microcréditos a tasas blandas, aunque muchas se han mostrado reticentes a contraer deuda en un momento tan delicado.