Los candidatos disparan contra el Gobierno de Boric y la oposición se extrema en la recta final
Los aspirantes a La Moneda participan en el penúltimo debate sin arriesgar demasiado a dos semanas de las elecciones
En el penúltimo debate presidencial de Chile, celebrado este martes a 12 días de las elecciones, los candidatos lanzaron duras críticas al Gobierno de Gabriel Boric. Incluso la apuesta de la izquierda, Jeannette Jara, quien terminó por desmarcarse del Ejecutivo del que fue parte como ministra del Trabajo, dejando claro que no busca liderar un Gobierno de continuidad. Los tres aspirantes a La Moneda de las derechas mejor posicionados, el republicano José Antonio Kast, el libertario Johannes Kaiser, y la carta de la derecha tradicional, Evelyn Matthei, endurecieron su discurso en materia migratoria y de seguridad, aunque tampoco arriesgaron demasiado en la recta final de la campaña durante las dos horas y media del foro organizado por la Asociación de Radiodifusores de Chile (ARCHI).
Los dardos de los opositores a la Administración de izquierda fueron más contundentes que de costumbre. Kast, en referencia al presupuesto que se está discutiendo para el 2026, dijo que ha sido rechazado en el Congreso porque en el Gobierno “no saben sumar, no saben decir cuánto ingreso van a tener, solo saben gastar más”. Matthei, por su parte, sostuvo: ”Este Gobierno no ha avanzado en nada, no está dejando absolutamente ningún legado importante”. Sobre los recortes presupuestarios a la cartera de Vivienda, Jara planteó que le “incomoda profundamente que no se destinen los recursos necesarios” y, consultada respecto a los compromisos en educación que el Ejecutivo incumplió, la candidata respondió: “Eso habría que consultarle al Gobierno, yo voy a iniciar otro Gobierno si los chilenos me eligen, y va a ser el Gobierno de Jeannete Jara”.
Kaiser llegó al encuentro en la posición más cómoda, después de que en los últimos sondeos previo a la veda de las encuestas iniciada el fin de semana, apareciera disputando el tercer puesto a Matthei y, en varios de ellos, superándola. El libertario no tiene inconvenientes en definirse como un ultra, a diferencia de Kast, que ha dejado congelada su agenda conservadora respecto de las libertades individuales. En el debate hizo gala sobre su radicalidad. Consultado sobre si indultaría a Miguel Krassnoff, preso por 71 crímenes contra los derechos humanos cometidos durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), Kaiser afirmó que va a “cerrar el capítulo 73-90” y “también que se sigan pagando a falsos exonerados políticos (...) Basta del abuso que ha sido esta política supuestamente de reparación”. También reiteró su amenaza de cerrar la frontera con Bolivia y propuso una reforma judicial, a la Fiscalía, la introducción de la pena de muerte y el trabajo forzado.
En la línea casi inamovible en que se ha movido Kast, el republicano puso el foco en criticar al Gobierno y centrar su discurso en la migración y la seguridad. “No vamos a regularizar masivamente a nadie, como lo hace Jara [ella no propone eso], y cualquier persona que tome un arma, sea de menor de edad o no, se irá preso”. Sobre el presupuesto que necesita para expulsar a los 336.000 migrantes irregulares que residen en Chile, simplemente respondió que van a tener los recursos “suficientes”, sin detallar de dónde saldrá y de cuánto se trata. El republicano, que se presenta por tercera vez a la presidencia, también dijo que en Temucuicui, uno de los puntos calientes de la violencia en la macrozona sur, “si el Estado no entra, ellos tampoco salen”. “Si usted sale, lo vamos a revisar, si entra, lo vamos a revisar. Y si comete un delito dentro, o si quiere salir con armas o drogas, lo van a detener”. agregó.
Quizá la candidatura que llegó más incómoda al debate fue la de Matthei, quien no ha logrado encontrar un tono durante la campaña, lo que le ha impedido sumar fuerzas para volverse más competitiva. En una clara alusión a Kast, reiteró que es la única que tiene “la experiencia”. “No estoy apelando a cumplir cosas incumplibles, estoy apelando a hacer la pega bien”, apuntó. También cargó contra la Administración de Boric, sumándose a la retórica apocalíptica que ha primado en los discursos más extremos de su sector durante la campaña. Sobre sus polémicos dichos de que para mucha gente el Plan de Búsqueda de Detenidos Desaparecidos “no es búsqueda, es venganza”, señaló que “en general hay una mala evaluación de las instituciones que están preocupadas del tema de los derechos humanos” y calificó de “pésimo” el trabajo que se ha hecho para identificar cuerpos.
El próximo lunes se realizará el último debate antes de las elecciones del 16 de noviembre. Con la veda de las encuestas, no se sabe el impacto de los foros en el electorado. La actitud conservadora en lo comunicacional de la mayoría de los aspirantes a La Moneda, sin embargo, tiene a los politólogos apostando que poco están moviendo la aguja.