Chile lejos del Mundial y rojos de vergüenza
La dolorosa e inédita derrota ante Bolivia en Santiago marca el punto más bajo del seleccionado. El declive es inevitable y ni la salida de Gareca sirve para maquillar la debacle
Como fiel reflejo de la peor jornada de la selección chilena en dos décadas, el gol que rompió la sequía de siete fechas fue un aprovechamiento de la lesión del arquero Carlos Lampe, quien se lesionó al intentar rechazar una pelota que le quedó servida a Eduardo Vargas. El portero -famoso por “hacer tiempo a límites ridículos”, levantó su mano para detener el partido, pero nadie le creyó. Necesitado en extremo, el equipo chileno no trepidó en celebrar el empate parcial ante los bolivianos.
Como una mueca del destino, pareció devolver el gesto en la jugada siguiente, donde la retaguardia de La Roja vio pasar a los delanteros visitantes a placer. El desborde de Fernández y el gol de Terceros sentenció el partido, pese a que quedaban largos cincuenta minutos por jugarse.
El primer triunfo oficial de Bolivia en canchas chilenas rompió el bochornoso registro de 31 años y 67 partidos sin festejar como visitantes. Sumó, además, seis puntos en esta fecha doble y reafirma sus opciones de clasificar apelando a una generación joven, a Oscar Villegas, un técnico local que asumió en la emergencia tras los fracasos del argentino Costas y del brasileño Zago.
Fue tan apabullante la derrota chilena en el Estadio Nacional que reaparecieron las peticiones para que Ricardo Gareca sea cesado tras la decepcionante actuación en la Copa América y en su debut clasificatorio. El mismo entrenador que con Perú dejó a Chile fuera de los últimos dos mundiales y que contó con el apoyo unánime de la prensa y de los hinchas al asumir, rodó escandalosamente en sus primeros partidos por los puntos.
Planificó equivocadamente, erró en los cambios y dejó una penosa imagen de Chile, que hoy aparece difícil de revertir. Por lo mismo, muchos piensan hoy que lo sensato sería pensar en el futuro, rearmar el proyecto y trabajar de cara al futuro o al Mundial Juvenil sub 20 que el próximo año se disputará en el país, pero el costo de la indemnización es tan alto, que hace impracticable el plan para la desprestigiada dirigencia de la Federación.
Paradójicamente, el principal crítico de Gareca es Arturo Vidal, el histórico volante de la selección que se quedó fuera de esta convocatoria por lesión y por decisión técnica. A través de sus redes sociales ha sido implacable por el técnico, apelando incluso a chilenismos que no cayeron bien en el cuerpo técnico, mostrando un nuevo y doloroso flanco.
Con la Copa del Mundo cada vez más lejos y el plantel más devaluado, la próxima fecha para Chile es una amenaza mayor: Brasil y Colombia. Pero nada parece tener importancia en el desolado análisis de los hinchas: ya no hay camino por recorrer, faltando aún diez fechas por jugarse. Y es que el paisaje pocas veces se ha visto tan sombrío y triste como ahora para una selección que cayó del cielo al infierno en apenas unos años. Cuando creyó que el éxito sería para siempre.