Por qué los incendios en Chile destruyeron tantas vidas

La peor tragedia del país sudamericano desde el terremoto de 2010 ha dejado al menos 131 muertos

Dos personas se abrazan entre los restos de una vivienda en Achupallas, en la región de Valparaíso (Chile), el pasado domingo.Adriana Thomasa (EFE)

Una de las grandes interrogantes que ronda la tragedia de los incendios forestales en Chile es por qué murió tanta gente. El Servicio Médico Legal (SML), organismo estatal a cargo de identificar a las víctimas, ha informado que la cifra asciende a 131, pero con cientos de desaparecidos, las autoridades han reiterado que el número final será probablemente mucho mayor. El mayor incendio registrado a nivel de su...

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Una de las grandes interrogantes que ronda la tragedia de los incendios forestales en Chile es por qué murió tanta gente. El Servicio Médico Legal (SML), organismo estatal a cargo de identificar a las víctimas, ha informado que la cifra asciende a 131, pero con cientos de desaparecidos, las autoridades han reiterado que el número final será probablemente mucho mayor. El mayor incendio registrado a nivel de superficie que registra el país sudamericano fue en 2017, cuando el fuego arrasó con unas 570.000 hectáreas y dejaron 11 muertos, según la Corporación Nacional Forestal (Conaf). Este año se han quemado poco más de 55.000.

Las pesquisas para entender cómo se convirtió en la tragedia más grande de Chile desde el terremoto de 2010 están en curso. Hasta ahora, las razones entregadas por los expertos son multifactoriales.

El papel de las alertas

En casos de emergencia, los habitantes de Chile reciben una alarma en sus teléfonos del Sistema de Alerta de Emergencia (SAE), administrado por el Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred), un organismo gubernamental. La alerta está incorporada en todos los teléfonos móviles y proporciona avisos de evacuación en casos de maremoto o incendios forestales. El presidente Gabriel Boric ha dicho que las alertas llegaron, según lo que ha constatado en terreno, pero que “por diferentes motivos el fuego iba muy rápido, a más de 10 kilómetros por hora. Eso es más rápido de lo que caminan las personas. Pero queremos asegurarnos de que los sistemas SAE funcionaron y si no, saber qué pasó”. Para despejar las dudas, el mandatario encargó una investigación externa a la Unión Europea y recabar todos los antecedentes a través de un programa satelital de monitoreo de emergencias.

Un grupo de personas observa un incendio en la reserva natural del lago de Peñuelas, el pasado 2 de febrero. ADRIANA THOMASA (EFE)

Posible intencionalidad

Álvaro Hormazabal, director de Senapred, aseguró que en la primera etapa de la temporada de incendios forestales, la Conaf logró atacar el 95% antes de que alcanzaran las tres hectáreas quemadas. La planificación se basó en estudios sobre la cantidad de eventos que pueden ocurrir. “Cuando te enfrentas a cerca de nueve focos en forma simultánea, indudablemente eso no cabe…No hay ningún sistema del mundo que esté preparado para una lógica que indica que va a haber gente encendiendo fuego rodeando una ciudad”, sostuvo, reforzando la teoría sobre la intencionalidad de los focos de los incendios, algo que no ha sido comprobado hasta ahora.

Aumento de incendios

Los incendios en Chile van en aumento tanto en frecuencia como en intensidad. Los de 2017, también en la zona centro del país, obligaron a modificar la escala con la que se medían los siniestros a nivel global. “Y, sin embargo, se siguen manejando como si fueran una sorpresa inesperada”, como señalaba en una columna de este periódico Andrea Bizberg, asesora para Latinoamérica en calidad del aire y cambio climático en C40 Cities. Según su investigación en Global Forest Watch, una herramienta digital que monitorea el estado de los bosques a nivel global, el principal detonador de la deforestación en Chile son las plantaciones forestales, sobre todo en la zona centro del país. “Los impactos ambientales y sociales de la industria forestal están bien documentados. Y estos son exacerbados por el cambio climático”, apuntaba. Está previsto que Chile sufra un aumento de las temperaturas sumado a un estrés hídrico. Las estimaciones indican que el promedio de precipitaciones es un 20% menor que en años pasados. Esto se acentúa particularmente en la zona centro del país.

Vista aérea de una zona de Viña del Mar afectada por los incendios, el 5 de febrero de 2024. Cristóbal Venegas

Razones personales

La ministra del Interior, Carolina Tohá, sostuvo: “Tenemos muchos elementos de lugares donde sabemos que llegó la alerta y aún así hubo víctimas fatales, ya sea porque se demoraron en evacuar o porque no percibieron el fuego”. En el reporteo de este periódico sobre el terreno afectado de Viña del Mar se pudo recabar distintas razones por las cuales fallecieron algunos pobladores. Los adultos mayores, por ejemplo, tuvieron dificultades para trasladarse rápidamente, los coches provocaron cuellos de botella en los estrechos caminos de los cerros, a unos les llegó la alerta apenas unos minutos antes de que el fuego los abrasara y otros volvieron a rescatar sus mascotas. También ha habido quejas de sobrevivientes sobre que las alertas indicaron evacuar, pero no especificaron hacia dónde. Las razones son múltiples y diversas, relatadas por cercanos o testigos.

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