Atención primaria de salud: una inversión crucial para América Latina
El Banco Mundial, la OPS y la revista Lancet Américas conformaron la primera comisión de expertos en la región para hacer un llamado urgente a fortalecer la resiliencia de los sistemas de atención primaria de salud
América Latina y el Caribe es altamente vulnerable a crisis sanitarias, desastres naturales y emergencias derivadas del cambio climático. Estos eventos no solo afectan la salud y el bienestar de millones, sino que ponen a prueba la capacidad de los sistemas sanitarios para mantener servicios esenciales, especialmente en la atención primaria.
La interrupción de estos servicios puede tener consecuencias devastadoras, tanto humanas como económicas, y la región debe prepararse para enfrentar más de una crisis de este tipo en los próximos años.
El costo de la inacción
Según el primer informe de la Comisión Lancet Américas —grupo de expertos compuesto por científicos, médicos, exministros de salud y académicos de América Latina y el Caribe, bajo el liderazgo del Banco Mundial y la Organización Panamericana de la Salud—, una crisis que reduzca la cobertura de la atención primaria entre un 25% y un 50%, y cuya recuperación tome entre uno y cinco años, podría generar un costo económico para la región de entre 7.000 y más de 37.000 millones de dólares estadounidenses.
Pero el impacto va mucho más allá de lo financiero: de acuerdo con la comisión de expertos, las consecuencias podrían traducirse en hasta 165.000 muertes adicionales, incluidas muertes neonatales, infantiles, maternas y por enfermedades no transmisibles. “Entre los impactos proyectados también se incluyen hasta 14 millones de embarazos no deseados, un reflejo de cómo la debilidad estructural en salud afecta la vida cotidiana”, señala el informe.
Estas cifras revelan que el costo de no actuar es demasiado alto. La región ya ha enfrentado respuestas insuficientes ante emergencias de salud pública en el pasado y el riesgo de futuras crisis, tanto epidemiológicas como climáticas, sigue siendo elevado.
Marcia Castro, presidenta del departamento de Salud Global y Población en la Escuela de Salud Pública de Harvard y copresidenta de la comisión de expertos, espera que este reporte permita resaltar la importancia de ampliar la Atención Primaria de Salud (APS), pero en especial una Atención Primaria que facilite la resiliencia en el sistema de salud.
“No se trata sólo de mostrar los costos o los beneficios, sino también de resaltar qué podemos ganar al hacer lo correcto para la salud, para el crecimiento económico, la estabilidad y la democracia, y todos aquellos aspectos que permitan a los países avanzar hacia los objetivos de desarrollo sostenible”, afirmó Castro.
Por esta razón, la Comisión recomienda que fortalecer la resiliencia debe ser una prioridad fundamental para los sistemas de salud basados en la atención primaria.
“No existe un dilema entre fortalecer la APS y construir resiliencia: ambos van de la mano”, señaló Jarbas Barbosa, director de la Organización Panamericana de la Salud, durante la presentación del informe. “Sin una APS resiliente, la próxima crisis volverá a golpear con más fuerza a las comunidades más pobres y marginadas. Con ella, podemos garantizar que los servicios esenciales —prevención, tratamiento y atención— continúen antes, durante y después de las crisis. La resiliencia no es un lujo, es la base de la seguridad sanitaria, la estabilidad social y el crecimiento económico”.
Un nuevo enfoque: APS y resiliencia
El documento marca un punto de inflexión en la discusión regional al vincular de manera directa la APS con la resiliencia. Propone un marco normativo y de políticas públicas que busca no solo fortalecer los sistemas de salud de América Latina y el Caribe, sino también ofrecer un modelo replicable en otras regiones del mundo.
Las conclusiones son claras: la región seguirá enfrentándose a amenazas cada vez más graves y crisis más complejas, que ejercerán una presión creciente sobre los sistemas de APS. El costo potencial de la inacción es elevado y, sin un compromiso político con una APS resiliente, millones de vidas y medios de subsistencia seguirán en peligro.
Recomendaciones para fortalecer la resiliencia
El grupo de expertos propone cinco de recomendaciones de alto nivel para lograr sistemas resilientes basados en la APS universal en la región:
-Fortalecer modelos de atención integrales y equitativos que presten servicios a toda la población, garantizando conexiones efectivas entre una atención primaria fortalecida y niveles de atención especializados.
-Integrar las funciones esenciales de salud pública en la APS, incluyendo vigilancia epidemiológica eficaz, prevención de enfermedades, promoción de la salud, en las comunidades y que refuercen la confianza antes, durante y después de las crisis.
-Fomentar el empoderamiento y la confianza de la comunidad mediante la institucionalización de una participación significativa, el respeto de la diversidad cultural, la comunicación transparente y la rendición de cuentas acerca de la calidad de los servicios.
-Establecer acciones y políticas multisectoriales, introduciendo mecanismos innovadores de gobernanza intersectorial que respalden un enfoque de toda la sociedad y permitan prestar servicios esenciales e intervenciones no sanitarias a lo largo del ciclo de resiliencia, incluyendo la colaboración público-privada.
-Garantizar un financiamiento público sostenible de la APS, reforzando la gobernanza y creando mecanismos adaptables para la rápida asignación y pago de recursos, de modo que se puedan mantener los servicios esenciales y reconfigurar las actividades de APS para responder a emergencias.
Para Jaime Saavedra, director de Desarrollo Humano para América Latina y el Caribe del Banco Mundial, “el informe de la Comisión es una hoja de ruta que muestra qué funciona para avanzar hacia una APS resiliente. Pero la parte más difícil no es técnica: los gobiernos deben ubicar la APS en el centro de sus agendas, invertir en ella de manera urgente y a gran escala, y garantizar la cobertura universal para que proteger vidas y economías no sea opcional, sino una prioridad”.
Cooperación regional y solidaridad
La cooperación regional y mundial es fundamental para la resiliencia de la APS y debe protegerse y reforzarse. La solidaridad social y la cooperación entre países son esenciales y deben promoverse en los diálogos y la diplomacia regionales y mundiales. Ningún país puede controlar por sí solo las crisis y los riesgos globales, como el cambio climático y las pandemias.
La resiliencia debe ser el eje central de los sistemas basados en la APS en América Latina y el Caribe. La región no puede permitirse la inacción: millones de vidas y el bienestar económico dependen de la capacidad de anticiparse, resistir y recuperarse de las crisis que, sin duda, seguirán llegando.
Sobre la Comisión Lancet Américas: La Comisión Lancet sobre Atención Primaria de Salud y Resiliencia en América Latina y el Caribe, convocada por la OPS, el Banco Mundial y Lancet Américas, se constituyó para impulsar el conocimiento y orientar la toma de decisiones sobre el futuro de los sistemas de salud en la Región. La Comisión conformada por 18 expertos, entre científicos, médicos, exministros de salud y académicos, enfatiza la Atención Primaria de Salud como la base de sistemas más equitativos e integrados, mejor preparados para responder a crisis sanitarias, sociales y relacionadas con el clima.
Encuentra el reporte No Time to Wait: Resilience as a Cornerstone for Primary Health Care Across Latin America and the Caribbean, disponible en inglés aquí.