Alberto Fujimori hace de portavoz de la oposición y asegura la continuidad de Dina Boluarte hasta 2026

El exautócrata respalda al Gobierno en sus primeras declaraciones políticas tras salir de prisión y señala que el fujimorismo estará presente en las próximas elecciones

El expresidente peruano Alberto Fujimori, en 2018.Ernesto Arias ((EPA) EFE)

Casi tres meses después de abandonar la cárcel por un cuestionado fallo del Tribunal Constitucional, Alberto Fujimori, el ingeniero agrónomo que instauró un régimen autoritario en los años noventa en Perú, regresó a la arena política oficialmente con unas declaraciones al paso. Hace una semana, luego de permanecer unas horas en el área de emergencia de una clínica local a causa de unos mareos y una disminución en su presión arterial, se abstuvo de opinar sobre la coyuntura, pues dijo estar más “concentrado en su salud”. Incluso bromeó para torear las preguntas: “Ya me he olvidado [de la política]”.

Ha sido cuestión de días para que el patriarca del clan Fujimori cambie de parecer. En una breve entrevista concedida al canal de televisión Willax, ha brindado declaraciones a título del fujimorismo y del partido Fuerza Popular, cual vocero de la agrupación y a la vez portavoz de la oposición. Lo más grueso: ha confirmado una alianza con el Ejecutivo y un pacto para que Dina Boluarte concluya su mandato. Sobre la posibilidad de un adelanto de elecciones dijo: “No se justifica. El Gobierno de la presidenta Dina Boluarte va a continuar hasta el 2026. Por lo menos Fuerza Popular y el fujimorismo así lo han acordado”.

La jefa de Estado, quien asumió la presidencia tras el autogolpe fallido de Pedro Castillo, ha defendido la liberación de Fujimori, que no cumplió con su condena de 25 años por delitos de lesa humanidad al determinarse que fue el autor mediato de las matanzas de Barrios Altos y La Cantuta. Y lo hizo contraviniendo la orden expresa de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. “Somos respetuosos de la institucionalidad del Estado de derecho y de la democracia. Dentro de ese marco legal, la liberación del señor Fujimori calza en ese respeto a la autonomía de las instituciones del país”, justificó el fallo del Tribunal Constitucional en diciembre pasado.

Con su sonda nasal y su balón de oxígeno, Alberto Fujimori fijó la postura del partido Fuerza Popular acerca de los próximos comicios electorales: tentarán el poder nuevamente, aunque no confirmó si su principal carta será su hija Keiko, a la que se le ha quemado el pan en la puerta del horno en tres oportunidades: quedó en segundo lugar por un estrecho margen en las últimas tres elecciones. “Todavía es prematuro tomar decisiones, pero en su momento lo haremos. Lo que se va a hacer es que el fujimorismo siempre esté presente porque hay público pues”, expresó con una sonrisa.

Con 85 años a cuestas y una salud endeble, como ha repetido su entorno en innumerables ocasiones, es muy poco probable que Alberto Fujimorismo postule a la Presidencia, pero que no lo haya descartado es cuando menos un mensaje. Respecto a que su hijo Kenji, excongresista, sea una opción real para el partido naranja dijo escuetamente: “él no está pensando mucho en política”.

Por otro lado, el exautócrata opinó sobre Vladimiro Montesinos, su asesor más cercano durante su gobierno, quien el mes pasado aceptó su culpa en la masacre del caso Pativilca, donde fueron asesinados seis ciudadanos en 1992 por supuestamente ser terroristas. Para los analistas políticos, este acto tiene repercusión directa sobre la responsabilidad de Fujimori, procesado por el mismo caso. “Bueno, cada persona comete sus errores, ¿no? Pero él cumplió su función. Él trabajó en Inteligencia y lo hizo bien. Al final lo mareó el dinero”, señaló el expresidente, calificando de errores a los delitos de Montesinos y al mismo tiempo zafando de los suyos.

El periodista Glatzer Tuesta considera que sus declaraciones tendrán consecuencias. “Encima que lo sacan por fuera de una sentencia expresa de la Corte IDH, que esto riñe con el acceso a la justicia, sale a hacer política de una manera tan burda como esta. Va a adentro de nuevo. Eso es lo que va a pasar, tengo la impresión”.

Finalmente, en cuanto a su indulto, que tanta polvareda levantó, se limitó a decir que “está totalmente justificado y que el Tribunal Constitucional ha sustentado debidamente en todos los aspectos”. A casi tres meses de su excarcelación, el hombre que gobernó Perú en los años noventa está de vuelta en el ruedo.

Siga toda la información de El PAÍS América en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal.

Sobre la firma

Más información

Archivado En