Catástrofe en Haití
Cualquier cifra de muertos es falsa. Para que el número de víctimas del terremoto de Haití se acercara algo a la realidad harían falta dos cosas. La primera es que alguien los hubiera contado, supiera cuánta gente estaba comprando a las cinco de la tarde del martes en el supermercado Caribe o cuántos niños de hasta cinco años durmiendo la siesta o jugando en la guardería Le Petit Prince. Pero nadie lo sabe.
ANTONIO JIMÉNEZ BARCA | Puerto Príncipe
Miles de personas se agolpan a oscuras en la carretera que va desde la frontera hasta Puerto Príncipe en espera de una ayuda que tarda en llegar
Con las caras marcadas por el cansancio y envueltos en mantas de rayas rojas, los primeros 26 españoles repatriados desde Haití llegaron a las 13.30 de ayer en un avión militar a la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid). Nada más aparecer por la puerta del aparato, sus familiares, que les esperaban a pie de pista, adelantaron con gestos y ramos de flores la reagrupación.
REBECA CARRANCO | Girona
En el taxi viajaban Xavier Rabat y unos amigos, cuando el camión cisterna de delante empezó a moverse. "La calle se llenó de un polvo blanquecino y la pared que tenía a mi derecha se cayó", recuerda. Al taxista le dio tiempo de hacer una llamada. Habló unos segundos y el teléfono se cortó.
Los tres pertenecen a un exclusivo club, el de presidentes de Estados Unidos. Los tres comparecieron ayer ante los medios de comunicación para manifestar su compromiso de no abandonar a su suerte a millones de haitianos. Dos son los últimos hombres que han regido los destinos de Estados Unidos -Bill Clinton y George W.
El terremoto de Haití, con sus decenas de miles de muertes, es, según la ONU, el peor desastre natural al que se ha enfrentado la organización humanitaria en toda su historia, peor aún que el tsunami de 2004, porque ha decapitado las estructuras locales de apoyo a la ayuda internacional.
La derecha chilena puede volver esta noche al poder por medio de las urnas, algo que no sucedía desde 1958. Por esas coincidencias que suceden en la historia, el vencedor de aquel año, Jorge Alessandri, se imponía a Eduardo Frei, y 52 años después Sebastián Piñera, el líder de Renovación Nacional, pretende hacer lo mismo con Eduardo Frei, hijo.